Lengua y literatura

Forrajería: qué es, origen, productos, cómo poner una


¿Qué es una forrajería?

Forrajería es una palabra utilizada en Argentina para denominar a los establecimientos donde, primordialmente, se distribuyen productos y alimentos para animales de cría, así como fertilizantes y pesticidas.

Forrajería, etimológicamente, viene de forraje, que es el alimento vegetal que se le da al ganado. Con el correr del tiempo, estas tiendas han ampliado sus servicios, ya que han incluido la venta de productos para animales domésticos y, en algunos casos, hasta servicios veterinarios.

Algunos especialistas indican que este es un sector rentable, a pesar de la competencia o de las fluctuaciones de la economía, debido principalmente al interés del público por obtener los mejores insumos para sus mascotas.

Por ello, es común encontrarse con recomendaciones y consejos para quienes están interesados en este tipo de actividad comercial.

Origen

Forrajería es un modismo argentino que señala los locales de venta y distribución de alimentos para animales domésticos y de cría.

En sus orígenes, la forrajería estuvo destinada a vender incluso huevos y carne, y en los pueblos fue la principal actividad económica, ya que Argentina es un país productor de carne.

Hoy en día, las forrajerías han vuelto a ponerse de moda, y en cada barrio de cada ciudad ya se cuentan por miles de estos establecimientos, renovados y potenciados, con nuevos productos y servicios.

Productos de forrajería

Inicialmente, las forrajerías eran centros de distribución y venta de alimentos para animales de cría, pesticidas y fertilizantes. Incluso, también se incluía otros productos como huevos y carnes para el consumo humano.

Aunque algunos establecimientos mantienen este mismo modelo, la oferta de productos de las forrajerías se ha ampliado significativamente. De hecho, se puede nombrar algunos ejemplos:

– Alimentos para perros y gatos.

– Alimentos para otras especies: peces, tortugas, pájaros, hámsters. También pueden encontrarse para animales de tipo exótico pero eso dependerá del establecimiento.

– Accesorios para perros y gatos: bandejas, correas, juguetes, cadenas, ropa, comederos y hasta línea cosmética.

– Accesorios para otros animales domésticos: aletas, bebederos, jaulas, peceras.

– Accesorios para animales de cría: herraduras, clavos, vendas, riendas.

– Alimentos para animales de gran tamaño: cubos de alfalfa, alimentos para conejos, aves (pollos, gallinas), conejos, cerdos, terneros, bovinos.

– Otros productos como rollos de alfalfa, maíz molido, maíz entero, avena, sorgo, avena, semillas.

– Atención médica para animales pequeños y grandes: en este punto vale mencionar que eso dependerá de las licencias y permisos que tenga el local.

¿Cómo poner una forrajería?

En los últimos años, las forrajerías se han convertido en un tipo de negocio muy popular y rentable, debido a la fuerte demanda que existe de estos establecimientos, especialmente en las ciudades.

Es por ello que, incluso, emprendedores y especialistas en el mundo de los negocios han establecido una serie de pasos, así como consejos importantes para quienes estén interesados en este tema:

Establecer la idea del negocio: en el momento de crear una forrajería es importante definir que se trata de un negocio minorista especializado en la venta y distribución de alimentos y artículos para animales.

Cabe mencionar que es necesario manejar conocimientos básicos sobre alimentación y cuidado de animales.

La investigación: esta es una de las fases más importantes en el proceso, puesto que consiste en estudiar varios componentes: el mercado, las demandas de este y la competencia. Este último punto en particular hay que ponerle atención, debido a que existe un número importante de establecimientos de este tipo.

Luego de tener claros estos aspectos, la segunda parte consiste en estudiar una buena ubicación para el local. Crear un buen punto garantiza un movimiento fluido de clientes.

Definición de los productos a ofrecer: algunos especialistas sugieren dividir por categorías aquello que estará a la venta. Por ejemplo, en cuanto a los alimentos: línea principal enfocada a los gatos y perros; luego, una segunda pero especializada en otros animales, como peces y pájaros.

En cuanto al punto, algunos especialistas sugieren empezar con una pequeña cantidad de productos pero con la mentalidad de ampliar la oferta, siempre y cuando se controlen las fluctuaciones de la demanda.

Alguiler del local: es importante alquilar un local económico, aunque esté bien localizado.

Otros puntos

La entrada y las vitrinas, las cuales son la presentación de la tienda, así que deben estar enfocadas en mostrar los productos adecuadamente.

Decoración: comprende el mobiliario y la distribución de los productos en la tienda.

El personal: debe ser especializado en el trato de los animales y capaz de atender las demandas de los clientes, según estos requieran.

Invertir en la publicidad: para que el establecimiento se dé a conocer, es importante hacer la inversión correspondiente a la publicidad y a la promoción. En este punto, pueden plantearse ideas atractivas como promociones, ofertas y hasta concursos en donde se involucren las mascotas de los clientes. Vale decir que la presencia en las redes es indispensable.

Otros gastos: implica el desembolso por los pagos de los servicios básicos, pago del personal, mantenimiento de la tienda y pago por la fiscalización e impuestos.

Consejos y recomendaciones

Abrir una entrada de este tipo requiere de responsabilidad, por lo tanto, se establece una serie de recomendaciones:

– Mantener la mente abierta en cuanto al ofrecimiento de otros productos y servicios, aunque esto dependerá del crecimiento del local. Un buen ejemplo en este caso, puede ser envíos de productos a domicilio, guardería, peluquería y hasta adiestramiento.

En cualquiera de los casos, son propuestas que pueden ser un factor diferenciador con respecto a la competencia.

– Empezar con lo esencial puede ser la clave del éxito, puesto que los productos para animales requieren de una inversión importante.

– De contemplar la idea de tener mascotas en la tienda, se sugiere tener presentes los cuidados que requieren los perros y gatos. Esto se debe porque, principalmente, la demanda baja cuando estos dejan de ser cachorros.

– Una recomendación clave consiste en familiarizarse en el cuidado y la higiene de los ejemplares que se venden, porque de lo contrario los clientes no se sentirán cómodos ni en confianza con lo que se ofrece.