Lengua y literatura

Crónica deportiva: concepto, características, estructura, ejemplo


¿Qué es la crónica deportiva?

La crónica deportiva es un género periodístico que combina la noticia con comentarios del cronista, mezcla hechos con opiniones, y es una de las lecturas más populares de todos los diarios del mundo.

La etimología de la palabra la hace derivar del griego cronos, que significa tiempo; romanos y griegos la usaban para referirse a los relatos bélicos narrados por testigos o protagonistas. Quizás no haya nada más parecido a una crónica de guerra que una crónica deportiva.

Características de la crónica deportiva

Está estrechamente vinculada a los deportes y a sus actividades

La crónica deportiva se enfoca en juegos o en actividades vinculadas con ellos: torneos, congresos, eventos organizativos, etc.

Es un género híbrido, entre el periodismo y la literatura

Aunque se considera un género periodístico se comporta también como un texto narrativo: cuenta un evento deportivo utilizando recursos literarios: humor, suspenso, tensión.

Utiliza figuras retóricas

En las crónicas deportivas puedes encontrar metáforas, polisíndeton (“o juegan o anotan o pierden”), comparaciones, onomatopeyas, hipérboles (“el gol más bonito del mundo”) lirismos, tono elegíaco o sardónico, etc.

Combina objetividad y subjetividad

El cronista narra los hechos, los diferentes aspectos del juego, desde un punto de vista personal, de manera tal que el lector puede identificar las preferencias del escritor, y hasta qué resultado hubiera querido.

Es un género con diversos “lenguajes”

Las crónicas de fútbol son completamente distintas de las de béisbol, voleibol, básquet, boxeo, etc. Cada una tiene un estilo definido y una jerga propia, y hay disciplinas, como la tauromaquia, en las que hay que ser un verdadero conocedor para entender la crónica.

Es un género narrativo y reflexivo a la vez

La crónica deportiva narra un evento, los distintos acontecimientos que llevarán al resultado final, al tiempo que reflexiona y opina sobre los motivos y distintas causas que llevaron a esa conclusión. El cronista es un espectador más, pero un espectador bien informado.

Tiene multiplicidad narrativa

Comparte con la narrativa la posibilidad de que haya más de un narrador de los sucesos, colocándose en la “cabeza” del entrenador, de uno de los jugadores, o sentado en las gradas, con el público.

No hay que olvidar que en los deportes es casi igual de importante lo que sucede dentro que fuera de la cancha.

Estructura de la crónica deportiva

Una crónica suele estar estructurada en cuatro partes: título, subtítulo, inicio o introducción, desarrollo y cierre o conclusión. Pero, en realidad, cada cronista tiene un modo particular de narrar los hechos, por lo que la estructura puede variar muchísimo, dependiendo del estilo de cada uno.

Título

El título debe ir más allá del aspecto noticioso (“Barcelona vence al PSG 6 a 1”), y presentarse de un modo más atractivo para el lector, ya indicando el sentido de la crónica (“¡Milagro en Camp Nou!”).

Subtítulo

Está formado de una a tres líneas avisando al lector sobre qué trata la crónica. Algunos autores, o editores, toman algunas líneas de las crónicas, las más impactantes, a manera de introducción.

Inicio

Introduce la crónica desde un punto de vista general (hablar de la rivalidad de dos equipos antes de un encuentro, o de detalles aparentemente ajenos como la historia de la ciudad donde se realizó el juego), o bien puede ir directamente al grano, haciendo un breve resumen de lo que sucedió y que a continuación se va a comentar.

Desarrollo

Constituye el grueso de la crónica, la narración paso a paso del evento que se quiere contar, utilizando un lenguaje que ofrezca datos objetivos y opiniones del cronista, u otras fuentes citadas por el mismo.

Cierre o conclusión

Se puede retomar parte del inicio o la introducción, o el detalle que el cronista quería resaltar. También se puede concluir con un resumen de lo acontecido, y algunos comentarios finales.

Cómo hacer una crónica deportiva paso a paso

Conocimiento

El escritor de crónicas deportivas conoce a fondo el juego o deporte sobre el que escribe: sus reglas, historia, entretelones políticos y burocráticos, etc. Puede decirse que en más de un sentido sabe lo que se juega en cada partido.

Información completa sobre el evento

De preferencia, el cronista debe haber sido testigo del evento que va a narrar (a menos que se trate de la crónica de un evento histórico), manejar todos los datos sobre equipos, jugadores y cualquier información relevante en torno al evento.

Elaborar un borrador o esquema

Hacer un esquema con el orden y los principales datos que se quieren incluir. Con esta información se puede hacer un borrador o esbozo de la crónica.

Atención a los detalles

Las crónicas prestan especial atención a los detalles: el tiempo atmosférico y cronológico, los uniformes, la conducta del público, las condiciones del campo de juego, la conducta extradeportiva de jugadores, árbitros, técnicos, etc.

Selección de la perspectiva (humor, tragedia, qué detalles se van a resaltar)

Es parte del estilo de cada cronista y también el tipo de suceso a contar lo que va a determinar el modo como va a contarse. La narración puede ser en clave de humor, de tragedia o hasta cierto punto épica, y el cronista puede tomar el punto de vista de un jugador, ser parte del público o hasta un telespectador.

Orden de los sucesos (comenzar desde el principio o desde el final)

Las crónicas tradicionales narran los partidos de principio a fin: primer y segundo tiempo en el fútbol, entrada por entrada en el béisbol. Pero hay cronistas que empiezan por el final o van directo al momento más destacado del evento y, desde allí, narran en distintas direcciones.

Ejemplo de una crónica deportiva

Veamos un ejemplo de crónica deportiva con las partes de su estructura:

Título: Domingo sangriento en la Nabonera

Subtítulo: El 8 a 0 propinado al equipo santainesino  por la oncena huisqueña el domingo pasado, pasará a la historia, en palabras del dueño del equipo, como el “domingo sangriento de la Nabonera”.

Inicio: Lo acaecido este domingo en el antiguo campo de nabos donde hoy se levanta el flamante estadio cariñosamente bautizado por los habitantes de Santa Inés como la Nabonera, no tiene precedentes en la larga y algo errática historia de este club, que tantas esperanzas había levantado este año.

Desarrollo: Todo apuntaba a que el resultado de la final del Campeonato Regional del Centro se iba a inclinar a favor del equipo de la casa, que llegó prácticamente invicto a este soleado domingo de primavera que se tiñó de tristeza, impotencia y rabia en menos de noventa minutos.

Un primer tiempo desangelado, con Martínez y Urrutia viviendo un desencuentro absoluto, con pases a ninguna parte y un gol anulado por posición no adelantada, adelantadísima, del Flaco Hernández. Un equipo rival tímido, el de Alturas de Huisque, que no permitía prever lo que se iba a desatar en el segundo tiempo.

La tormenta de goles huisqueños hicieron una verdadera fiesta con la malla santainesina, y pusieron a bailar al arquero con catorce disparos, dando en el blanco ocho: tres de Olavarría, sendos pares para Torres y el catire Lambos, y un gol desvergonzado del arquero huisqueño, Tato Álvarez.

Cierre: Nelson Osorio, dueño del F.C. Santa Inés, calificó este desastre como un domingo sangriento, no tanto por los resultados del juego, sino por la ola de despidos que va a producir, comenzando por el técnico y el arquero. ¡Ay, Nabonera!