Cultura general

Lectura inferencial: qué es, características y ejemplos


¿Qué es la lectura inferencial?

La lectura inferencial es aquella que va más allá del sentido literal de un texto, colocándola en contexto con otras obras y con su tiempo histórico, deduciendo elementos como la intención del autor, ideas y pensamiento que se desprenden de la lectura, influencias previas y posteriores, etc.

Existen diversos niveles de lectura: el primero suele ser el literal, como el de las noticias, comunicados o artículos científicos, que generalmente se proponen una exposición objetiva o denotativa. Aunque en la práctica, ningún texto escapa a una lectura inferencial.

Incluso en la lectura de un artículo científico se puede inferir qué teorías o línea de investigación está siguiendo el autor, qué se propone demostrar con su estudio y cuáles podrían ser las consecuencias del mismo.

La lectura inferencial es una prueba de competencia lingüística (entendemos lo que estamos leyendo), y de comprensión lectora (entendemos el contexto y las implicaciones de lo que estamos leyendo).

Características de la lectura inferencial

Nos ayuda a interpretar y evaluar el texto

Aunque la evaluación sea una característica de la lectura crítica, la inferencial nos ayuda a juzgar el material leído y a relacionarlo con otros textos similares o emparentados por el contenido, la forma o por las ramas del conocimiento o de la comunicación a la que pertenezca.

Supone un conocimiento previo del lector

La lectura inferencial es posible porque el lector posee al menos algunos conocimientos previos relativos al contenido del texto. Por ejemplo, el lector de la Ilíada sabe antes de empezar la lectura que se trata de un poema épico de la literatura griega, sobre un momento de la guerra de Troya y en la que participan dioses y hombres.

Se puede deducir la intención del autor

La lectura inferencial permite deducir el propósito del autor al escribir un texto, su ideología y qué se propone demostrar. Por ejemplo, uno de los objetivos evidentes del Quijote, de Miguel de Cervantes, es parodiar las novelas de caballería y contrastar la ficción libresca con la realidad.

Es un modo activo de leer

La lectura inferencial es activa en la medida que el lector interactúa con el texto, al confrontar lo que sabe con lo que está leyendo, y es opuesta a la lectura pasiva o literal, donde el lector se limita a recibir la información que está leyendo, sin cuestionar o interpretar.

Genera nuevos conocimientos

La lectura inferencial, al relacionar lo que sabemos con la información que estamos leyendo, genera nuevos conocimientos, y también nuevas interrogantes.

Implica dominio de la lengua y de la jerga profesional

La lectura inferencial se basa también en un dominio básico de la lengua en que se  desarrolla un texto, de los regionalismos o de la terminología especializada usada en un texto. Por ejemplo, hay textos de filosofía que utilizan palabras comunes con significados distintos, como el “ser”, o la “nada”.

Lo implícito y lo explícito

La comprensión de la lectura literal se desprende directamente de las palabras del texto, mientras lo que se infiere o deduce no está directamente escrito, pero se sobreentiende, siempre en consonancia con la competencia y capacidad del lector.

La lectura inferencial abductiva

Es aquella que nos lleva a proponer hipótesis o teorías para explicar lo que pasa en el texto, y es muy común en la lectura de novelas policíacas, de misterio, o en la exposición de casos criminales o de resultados en eventos políticos o deportivos.

Ejemplos de lectura inferencial

“En agosto, en medio de una ofensiva talibán, se retira el ejército estadounidense definitivamente de Afganistán”

La lectura inferencial de esta noticia: que la guerra más larga en la que han participado tropas norteamericanas, 20 años, va a concluir, al menos para ellos; que no se trata de una victoria, y que nuevamente los afganos han hecho retirarse a ejércitos invasores en teoría más poderosos (Inglaterra, Unión Soviética, y ahora las fuerzas europeas y norteamericanas).

“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”

Es el texto completo del cuento de Augusto Monterroso “El dinosaurio”, considerado el cuento más breve del mundo, y de esta corta línea puede inferirse la existencia de un personaje que tenía una pesadilla, que en ella había un dinosaurio, y que el mismo está presente en la vigilia cuando el personaje despierta. Pertenece al género de la literatura fantástica.

“La albiceleste derrota a la verdeamarela a pesar de dos tarjetas rojas”

La lectura inferencial de este titular imaginario presupone un conocimiento previo del fútbol, y de los equipos latinoamericanos de este deporte. La albiceleste es la selección argentina, la verdeamarela es la selección brasileña y dos tarjetas rojas indican que fueron expulsados dos jugadores del equipo argentino, y aun así ganaron.

“La tragedia de Miami lleva un saldo de 24 muertos y más de 120 desaparecidos”

Para los lectores que siguen las noticias de actualidad se trata claramente del derrumbe del edificio Champlain Towers South, en Miami, en junio de 2021. De la misma también se puede inferir que la lista de fallecidos continuará creciendo, y que se trata de una historia en desarrollo.

“Todo pasa y todo queda, / pero lo nuestro es pasar, /pasar haciendo caminos, / caminos sobre la mar”

Estos versos famosos del poeta Antonio Machado, popularizados por el cantante Joan Manuel Serrat, nos hablan del transcurrir de toda existencia humana, de la mortalidad y del olvido que nos espera (“caminos sobre la mar”).

“¿Qué es un fantasma?, preguntó Stephen. Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable, por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres”

Este fragmento del Ulises, de James Joyce, se hizo famoso en español gracias a su inclusión en la Antología de la literatura fantástica, de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo. En él Joyce juega con la idea de identificar la muerte y la desaparición de personas de relaciones o grupos sociales.

“En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos]”

Esta frase de Heráclito de Éfeso, de hace 2.600 años, es una de las frases filosóficas más famosas de la historia del pensamiento, aunque su versión más conocida sea la de Platón: “no se puede entrar dos veces en el mismo río”. Señala que no podemos volver a lo que pasó, y que incluso nosotros cambiamos permanentemente.