Cifras o indicadores que hablan de avances educativos en un país
Las cifras o indicadores que hablan de los avances educativos en un país son herramientas que permiten medir la efectividad del sistema educativo del mismo. Tienen una gran importancia porque permiten establecer y comparar cómo funciona la enseñanza y qué consecuencias tiene en el desarrollo de cada país.
Estos indicadores hacen que sea más fácil analizar la educación y sus efectos o simplemente encontrar y corregir sus problemas. Eso sí, los indicadores que estudian los avances educativos de un país deben entenderse solo como un instrumento.
![Fuente: TSgt Rachel Martinez [Public domain], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/jpg/5C1CBC9BA1B58D07F3DEC41CF2A36E96.jpg)
Desde 1976 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha trabajado con distintos programas que permiten lograr un sistema común, flexible e internacional para analizar el nivel de desarrollo de las distintas naciones. Más tarde, en 1989 la ONU creó un manual para explicar la utilización de los indicadores del sector educativo, que se dividía en 13 áreas.
Los indicadores para evaluar la situación de la educación han ido variando con el paso del tiempo, aunque el análisis se suele basar en cuatro grupos específicos. La mayoría de los países, especialmente los desarrollados, han creado sus propios indicadores para analizar su avance en términos educativos.
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El Centro de Información para la Mejora de los Aprendizajes (CIMA) utiliza 40 indicadores en 26 países de América Latina y el Caribe. Estos datos muestran cómo la educación ha avanzado en la región.
España, por ejemplo, colabora con el proyecto INES como miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y también creó un sistema estatal para evaluar la realidad del sistema educativo español.
Entre los programas de indicadores que analizan la educación a nivel internacional se encuentra la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En este programa se estudian el contexto, los recursos, el proceso educativo y los resultados.
Tiene que ver con el nivel general de educación de un grupo demográfico, con los factores económicos y sociales, y con las opiniones y esperanzas de los habitantes de cada país.
En el estudio de 2018, los indicadores de la OCDE mostraron que en la última década la educación ha ido creciendo, pero aún hay grupos con problemas. En la mayoría de los países menos del 20% de los adultos entre los 25 y 34 años no han completado la educación secundaria superior.
Además, un 65% de la población femenina entre las edades de los 18 años a los 24 se encuentra inactiva. Se ha demostrado que cuanto mayor sea el nivel de educación, mayores son las posibilidades de disfrutar de una mejor situación social y económica.
La manera en la que la educación afecta el mercado laboral se puede observar en que tienen trabajo el 81% de los adultos entre 25 y 34 años que completaron, al menos, la educación secundaria superior.
Entre los países integrantes de la OCDE solo un 45% de las mujeres de 25 a 34 años tienen empleo a pesar de no haber completado su educación secundaria superior. Esta cifra llega a 71% en el caso de los hombres. La duración y la calidad de la educación tiene un impacto significativo en la transición entre la etapa educativa y la etapa laboral.
Los adultos entre 25 y 64 años ganan 54% más en sus trabajos si tienen un título universitario o posterior a la secundaria que aquellas personas que solo completaron la educación secundaria superior.
La diferencia en los salarios es mayor en aquellos países en los que es mayor la cantidad de personas que no tienen una educación secundaria superior, como es el caso de Brasil, Costa Rica y México. Esa diferencia es menor en países como República Checa y Eslovaquia.
Estos indicadores se refieren a los recursos financieros y a los recursos humanos. Los primeros hablan sobre el gasto que se hace en educación. Tienen que ver con el PIB de un país, así como con la diferencia en gastos entre instituciones de carácter público y las que son privadas. En promedio, los países de la OECD gastan cerca de 10 mil doláres al año por estudiante desde la educación primaria hasta la terciaria.
En 2015 los países se gastaron alrededor del 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) en instituciones educativas. La mayoría de la inversión (el 90%) se realiza en las instituciones públicas. La conciencia que se ha creado sobre la necesidad de expandir y mejorar el acceso a la educación se traduce en una mayor inversión por estudiante.
La inversión privada en la educación terciaria varía según el país. Países como Colombia, Chile, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido tienen las inversiones más altas. Otro avance se puede observar en que cada vez más alumnos tienen acceso a computadoras o nuevas tecnologías en sus centros educativos.
Por su parte, los recursos humanos se refieren al personal que se emplea, su remuneración y nivel de capacitación. También estudia la participación que hay en la educación de un país.
El costo de los profesores es calculado por estudiante y se usan cuatro factores. En promedio, en los países de la OECD el salario de los profesores es de tres mil dólares en la educación primaria hasta tres mil seiscientos en la secundaria.
Los países con profesores con salarios más altos suelen tener un mayor número de alumnos por clase.
Los procesos hablan del tiempo de enseñanza. Básicamente se refieren al tiempo destinado para cada materia o actividad.
Según los estudios entre los países de la OECD, las asignaturas de literatura, matemáticas y artes representan el 51% del tiempo de clase de los alumnos en la educación primaria. Los estudiantes reciben más de siete mil horas de clases durante su educación primaria y secundaria. Hungría es el país que menos horas imparte y Australia el que más.
El promedio es de 15 alumnos por profesor. Se ha demostrado que las clases con menor cantidad de estudiantes son mejores, porque permiten a los maestros enfocarse más en las necesidades individuales de cada alumno.
Los indicadores educativos miden los efectos a nivel del alumnado, en el sistema de enseñanza y a nivel de mercado de trabajo. Esto permite estudiar el progreso de los alumnos, la cantidad de graduados por nivel de enseñanza y la formación de los trabajadores.
En 24 de los 31 países de la OCDE la edad para ingresar a la educación terciaria está comprendida entre los 18 y los 20 años. La presencia de mujeres en programas doctorales se ha incrementado en un 2.5%. Un mayor ingreso a la educación terciaria implica una fuerza de trabajo más educada.
Por otro lado, que cada vez se gradúen más estudiantes de secundaria, especialmente en América Latina y el Caribe, es un buen indicador sobre el crecimiento de la educación.
- Delgado Acosta, M. (2002). Los indicadores educativos. Recuperado de ub.edu
- Education – OECD Data. (2019). Recuperado de data.oecd.org
- Introduction: The Indicators and their Framework. (2019). Recuperado de read.oecd-ilibrary.org
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- ¿Cómo medir los avances educativos hacia el 2030? Estudio de la UNESCO diagnostica datos disponibles en América Latina y el Caribe. (2016). Recuperado de es.unesco.org