Cultura general

Leyenda del Nahual de México: origen, de dónde viene e historia


La leyenda del nahual de México es una historia perteneciente a un mítico ser, encuadrado en la cultura mágico-popular de una amplia zona de América. Su desarrollo se ha visto especialmente favorecido en México y la zona de Mesoamérica.

Estos países están emparentados con una rica cultura aborigen, con profundas raíces en eventos mágicos y explicativos de hechos relacionados con la naturaleza en la que viven y en la que se sienten plenamente integrados.

La leyenda del nahual aparece representada en el códice Borgia.

Esta naturaleza a la que asimilan sus dioses, mitos y creencias en general, es a la que admiran y temen a la vez. Por eso, el nahual representa esta fusión de miedo, admiración y poderes inalcanzables por la mayoría de los simples mortales, que sólo se doblegan a ese poderío sin igual.

Este ser mitológico no es otra cosa que el reflejo fiel de la cosmovisión de estos pueblos, que se ha ido transmitiendo de generación en generación, modificándose en parte por la escolarización y la irrupción del mundo moderno en sus territorios y cultura ancestrales.

Este personaje habitualmente no goza de buena fama, dados sus atributos de poder sobrenatural. También por los rasgos maléficos con lo que suele identificarse, en la gran mayoría de los casos.

Su nombre presenta variaciones. Puede ser llamado Nahual o nagual, incluso nawal (en náhuatl: nahualli, significa ‘oculto, escondido, disfraz’), cuya denominación pertenece a vocablos, en general, de origen maya.

¿Qué es el nahual?

Se describe al nahual como una especie de brujo muy poderoso o un ser con habilidades sobrenaturales, cuyo don es el de adoptar a voluntad la forma de cualquier animal que verdaderamente exista (no animales mitológicos).

Este término tiene doble valor, pues hace referencia tanto a la persona que tiene esa capacidad sobrenatural como al animal que hace las veces de su animal tutelar o que representa a esta persona en particular.

Dentro de las leyendas del nahual, se encuentra la creencia de que todos los seres humanos tenemos un nahual o animal tutelar que nos identifica y/o representa según nuestras características y dones particulares.

Este concepto se expresa y manifiesta en diferentes lenguas aborígenes, adoptando diferentes significados y adaptándose según los contextos particulares que le son propios. Eso sí, siempre dentro de lo sobrenatural o mágico.

La idea más difundida entre los grupos indígenas es la denominación más amplia del concepto de nahualismo, como aquella práctica o capacidad que poseen algunas personas para transformarse en animales, cualquier elemento de la naturaleza o incluso realizar actos de hechicería.

Características principales del nahual

Según expresan algunas tradiciones, existe la creencia de que cada persona, al momento de nacer, tiene incorporado o asociado el espíritu de un animal determinado, que se encarga de brindarle protección y ser su guía.

Para realizar su función protectora, estos espíritus suelen manifestarse como una imagen animal difusa que se aparece en los sueños, con la finalidad de aconsejar acertadamente a su protegido o alertarlo de algún peligro.

Algunos asemejan sus características o dotes personales al animal que es su nahual o animal tutelar en particular, como una explicación al talento tan particular que lo hace sobresalir ampliamente de entre sus pares.

Por ejemplo, si una mujer, cuyo nahual corresponde a un cenzontle, un ave con un canto hermoso, tendrá una voz especialmente dotada para cantar. Es decir, una característica en directa relación con su animal tutelar.

Sin embargo, no todos tienen una relación tan distante o simbólica con sus nahuales, pues se cree que muchos chamanes y brujos de la región central de Mesoamérica pueden desarrollar un estrecho vínculo con sus animales representativos.

Este don les otorga una enorme variedad de “poderes” animales que pueden aprovechar a voluntad. Por ejemplo, pueden tener la visión extremadamente aguda de un ave de rapiña como la del gavilán, el olfato ultra sensible del lobo o el finísimo oído del ocelote.

Todos estos sentidos extremadamente agudizados pasan a formar parte de los videntes, como una parte manipulable a su voluntad para ser utilizados en el momento que los requieran.

Es más, algunos han llegado a afirmar que existe un nivel de brujos mucho más avanzados y poderosos que pueden incluso adoptar la forma de sus nahuales y utilizar esta habilidad de muy variadas formas.

El peligro de estas capacidades no sería debido al poder en sí, sino al uso que su portador pueda hacer de ellas. Hay que considerar que existen sujetos con muy malas intenciones y que pueden causar el mal en su comunidad o usarlo exclusivamente para su provecho.

Origen de la palabra nahual

En lengua maya, esta conceptualización se expresa bajo el vocablo chulel, cuya traducción literal es “espíritu”. La palabra deriva de la raíz chul, que significa a su vez “divino”.

El vocablo «nahual» proviene del término «nahualli», cuyo origen es ampliamente discutido y su significación lleva a muchas interpretaciones, por lo que su verdadera procedencia se pierde a lo largo de la historia.

Entre las muchas teorías que se han propuesto sobre su presunto origen se encuentran:

Como proveniente del verbo «nahualtía»

En este caso, su significado es «esconderse, ocultarse», que también puede traducirse como «disfrazarse» o «rebozarse», o sea, cubrirse o protegerse con un rebozo.

Con origen en el verbo «nahualinahuala»

Se relaciona con la idea de «engañar, disimular». Esta idea se estructura siempre en base al sentido de engaño y sorpresa.

Con origen en alguno de los verbos que contienen la raíz «nāhua-»

Emparentados directamente con el verbo “hablar”: «nahuati», hablar fuerte; «nahuatia», hablar con poder y energía, mandar; «nahualtia», dirigirse o hablarle a alguien.

Como préstamo del zapoteco

Otros investigadores-historiadores y lingüistas sugieren que la palabra nahual era un préstamo tomado del zapoteco, teniendo su origen en la raíz «na-», que significa «saber, conocer», siempre en el contexto de un saber místico o con raíces mágicas.

Diferentes significados o atribuciones del nahual

Debido a los oscuros orígenes del término, así como a su amplia difusión en los pueblos y culturas mesoamericanas y a la diversidad de fuentes que dieron surgimiento al nagualismo, no existe un único significado atribuible al término «nahual». Sí existen ciertos puntos coincidentes.

El nahual como brujo

El significado más generalizado del nahualismo, asimilado tempranamente por los conquistadores españoles, atribuye al nahual poderes o características mágicas con grados de malignidad variables.

Relacionan al nahual con un ser humano que, a través de la práctica de las artes mágicas o hechicería, tiene el poder de transformarse en un animal, objeto inanimado, o incluso en un fenómeno meteorológico, como puede ser un rayo o una nube.

Si bien existen registros antiguos que explicitan que estos nahuales podían aplicar sus poderes mágicos para hacer el bien o el mal, la relación de este personaje con un ente maligno es la visión predominante, tanto en la antigüedad como en la creencia actual.

Se cree que es especialmente ávido a la hora de atacar a criaturas desprotegidas, como infantes, por ejemplo.

El nahual como la manifestación de un animal tutelar o espíritu guardián

Esta es otra interpretación que se le ha atribuido al nahualismo, en la cual el animal tutelar guarda una conexión íntima con su protegido o ser humano al que resguarda.

De tal modo que las dolencias que aquejan a uno, son sufridas indefectiblemente por el otro, tanto en el plano corporal como en el espiritual.

De ahí surge la acendrada creencia, manifestada en las múltiples narraciones de los decesos sufridos de manera inexplicable por personas en el momento que su animal-nahual ha fallecido.

El nahual entendido como una entidad anímica

También se maneja la hipótesis de que el nahualli, aparte de dar significado al brujo o al ser que muta o se transforma, sirve también para dar una explicación a esa transformación.

Esta capacidad radica en una de las tres entidades anímicas que los nahuas reconocían como parte del cuerpo humano: tonalliteyolía e ihiyotl. Esta última, según el pensamiento aborigen generalizado, concentraba el poder que permitía al ente dicha transformación, con el que podía perpetrar eventuales daños hacia personas a las que se deseaba perjudicar.

Dicha capacidad o poder podía ser adquirido por: herencia, por determinación del signo calendárico en el que naciera el sujeto o mediante la obtención de ciertos rituales iniciáticos de oscuro origen.

El nahualismo pensado como sociedad secreta

Dentro de las corrientes de pensamiento de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, surge la atractiva y atrevida hipótesis de que los nahuales en su conjunto constituían una «poderosa organización secreta».

Esta organización estaría conformada por personas provenientes de diversas culturas y lenguas, cuyos puntos de encuentro eran la práctica de los ocultos rituales mágicos y estar en contra de los conquistadores españoles.

De ahí que, según algunos investigadores, pueda explicarse el hecho de que, como una constante, se encontrara a nahuales como líderes de la mayor parte de los alzamientos indígenas de México durante el periodo de conquista y de la época colonial en los pueblos de México y Guatemala.

Historia del nahualismo

Si bien este punto es un tanto difícil de probar, se cree que una de las apariciones más antiguas de este concepto se da en México, referido al contexto azteca, donde se enumeran los oficios que desarrollaban los aztecas en su quehacer habitual.

Ahí se menciona a esta mítica figura, equiparándola con un brujo o hechicero. A este “oficio” se le atribuye una doble capacidad de accionar con sus poderes mágicos: tanto en perjuicio como en beneficio de las personas.

En México, se les ha dado el nombre de nahuales a los brujos que pueden cambiar de forma. Para éstos, el nahual es una forma de introspección que le permite a quien lo practica tener un estrecho contacto con el mundo espiritual.

Gracias a este poder introspectivo superior, se podrían encontrar con mayor facilidad soluciones a muchos de los problemas que afligen a los que buscan su consejo.

Ya desde la época prehispánica, se les atribuye a los dioses de las culturas mesoamericanas como la maya, tolteca y mexicana, entre muchas otras, el don divino de tomar la forma de un animal (llamado nahual) para poder así entrar en contacto con la raza humana que le rinde culto.

Según las tradiciones que se extendieron en Michoacán, los nahuales, en algunos casos, se podían transformar también en elementos propios de la naturaleza.

Cada deidad tomaba la forma de uno o dos animales, típicamente, con el que se la relacionaba indefectiblemente. Por ejemplo, el nahual de Tezcatlipoca era el jaguar, aunque también podía adoptar la forma de un coyote, mientras que el animal de Huitzilopochtli era un colibrí.

Los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca

Como se ve marcadamente en estas culturas, la influencia e interacción de los dioses con los humanos en el mundo prehispánico era ejercida muchas veces en forma de un animal.

Esta entidad mitad dios-mitad animal, solía poner a prueba a los viajeros que osaban aventurarse por dichos territorios. 

En gran parte, estas historias están relacionadas con el dios Tezcatlipoca, señor del cielo y la tierra de México, en su forma de coyote.

De forma errada se ha ligado a Quetzalcóatl con los nahuales, pese a que éste es bien conocido en su faceta de ser humano o rey gobernante, más que con una forma animal.

Si bien a Quetzalcóatl se identifica con el nombre de «serpiente emplumada», esta forma no era con la cual tomaba contacto con los seres humanos. El coyote era la forma que toma Quetzalcóatl en su recorrido por el mundo subterráneo, exento del contacto humano.

Dominio geográfico

Hay que hacer una breve explicación previa para diferenciar el chamanismo del nahualismo:

El chamanismo es un movimiento espiritual de muy amplio alcance, asimilado por aquellas culturas con atraso tecnológico y más rudimentarias.

Por su parte, el nahualismo está enfocado principalmente en México, Guatemala y Honduras y tiene además un desarrollo ideático más amplio y con un sustento más amplio en lo que es su enfoque de cosmovisión unificadora animal-humano.

El nahualismo en la actualidad

El nahual aún está vigente en la cultura mesoamericana. Sigue manteniendo esta mixtura entre un ser mítico y un curandero. Es una mezcla de respeto y miedo a la vez.

Posee esa remembranza ancestral que nos retrotrae al culto de las divinidades basadas en los elementos de la naturaleza, especialmente, en el agua.

Cabe preguntarse entonces cuál ha sido la función de mantener esta leyenda viva en los pueblos, ahora con un desarrollo tecnológico en ascenso, con mayor alcance de la alfabetización y la explicación científica de nuestro mundo.

Al parecer, podría explicarse como una forma de defensa o de mantener de forma pura e incólume los vestigios de una cultura ancestral.

A la vez pone en evidencia que aún quedan muchos aspectos de la vida natural sin explicación, o que no han podido ser dilucidados de manera satisfactoria por el “sentido común”.

Así que, en última instancia, quedaría como una salvaguarda recóndita y primitiva a todo este mundo tecnológico y automatizado, que ha sido incapaz de dar cabida a lo natural y a nuestros orígenes como elementos conformadores de la misma tierra que pisamos y en la que podemos aún transformarnos.

Referencias

  1. Correspondence Analysis and West Mexico Archaeology. (2013)C. Roger Nance, ‎Jan de Leeuw, ‎Phil C. Weigand .(2013). University of New Mexico Press.18-20.
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