Eugenio Landesio: biografía, obras
Eugenio Landesio (1810-1879) fue un pintor italiano y destacado alumno del paisajista húngaro Károly Markó “el Viejo”. Su obra fue muy importante en México, gracias a sus trabajos retratando los paisajes del país norteamericano.
Su carrera en México estuvo marcada por los años en los que formó parte de la Academia de San Carlos. Allí fue una gran influencia para otros artistas, como fue el caso de José María Velasco.
![Pintura El valle de México. Fuente: Museo Nacional de Arte [Public domain], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/jpg/D5F5F6347BB0BEE9307A105E814F6821.jpg)
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El pintor Eugenio Landesio nació en 1810 en Altessano, un pueblo ubicado muy cerca de Turín, en Italia. Formó parte de una familia que se dedicó al arte de trabajar con la plata y en su infancia vivió en Roma.
Desde muy temprano desarrolló una gran afición por el dibujo. Fue tal el interés que su padre estaba convencido, y resignado, a que Eugenio sería pintor en un futuro.
Landesio comenzó con sus estudios de pintura de paisajes con una pintora de origen francesa, cuyo nombre era Amédée Bourgeois. Más tarde, pasó a ser alumno del reconocido pintor paisajista Károly Markó, conocido también como Carlos Marco o “el Viejo”.
Siguió los pasos de Markó y su obra se inclinó hacia la pintura paisajista romántica. Sus obras destacaron porque logró resaltar la dulzura y la suavidad de sus escenas. Empezó a ser conocido en México porque varios de sus cuadros fueron adquiridos por la Academia de San Carlos, parte de la Universidad Autónoma de México.
Posteriormente, en enero de 1855, fue invitado por el pintor español Pelegrín Clavé para dar clases de paisaje en la institución académica. Desempeñó su rol como profesor de paisaje, perspectiva y principios de ornamentación hasta 1871. Se le recuerda en el país americano por haberse negado a firmar la Constitución de 1857, por su condición de extranjero.
Se quedó en México hasta 1877. Sufrió durante varios años de una afección pulmonar, razón que lo llevó a abandonar la docencia en la Academia San Carlos. Dos años más tarde, en 1879, murió en París un 29 de enero.
El trabajo de Landesio no solo estuvo dedicado a los cuadros. También dejó su sello en la parte académica gracias a la escritura de tres libros. Estas publicaciones se centraron obviamente en todo lo referente a la pintura paisajista. Fueron libros de referencia para todos sus estudiantes en la Academia de San Carlos.
Los cimientos del artista dibujante y pintor (1866) fue su primer libro. Fue una recopilación sobre los elementos que tenían que ver con la perspectiva de las cosas. Ahondó sobre el uso de las sombras y trató algunos elementos básicos necesarios de geometría.
La pintura general o del paisaje y la perspectiva en la Academia Nacional de San Carlos fue su segundo libro. Lo publicó en 1867 y contó con 42 páginas que sirvieron de introducción al movimiento paisajista.
Su última publicación académica fue excursión a la caverna de Cacahuamilpa y ascensión al cráter del Popocatépetl. Fue publicado por primera vez en 1868. En esta obra, Landesio expuso la visión que tenía sobre México.
En el área de la pintura, el italiano contó con varias obras muy reconocidas en México. Valle de México, es quizás su cuadro más popular. Además pintó Vista de la mina de San Miguel Regla, Agua Virgen o Trevi, Haciendo Colón, Hacienda Matlala y el cuadro Ojo de agua de San Miguel.
Su cuadro más importante tuvo también un formato de grandes dimensiones, con un lienzo de más de tres metros cuadrados. Fue realizado al óleo en 1870 y en él se presenta una escena en el campo con una familia que contempla el atardecer.
Para realizar esta pintura se ubicó en lo más alto del Tenayo. Se cree que subió varias veces al mismo lugar y realizó diferentes bocetos en horas distintas del día.
Cada detalle es representado de forma veraz. Se pudo apreciar en el cuadro los colores lilas, naranjas presentes en el cielo. La luz está presente y se puede apreciar cómo interactúa con el resto del ambiente. Se cuidaron los detalles en la vestimenta de las personas, todo para darle gran realismo al trabajo.
Trató de un seriado de pinturas. Fueron 10 cuadros que realizó para Nicanor Beistegui, un importante comerciante en México. Fueron muy apreciadas por los críticos de la época. Jugó mucho con los contrastes y el reflejo en elementos como el agua.
Eugenio Landesio fue un pintor que centró gran parte de su vida a la enseñanza. Se apoyó mucho del análisis y del cumplimiento de una serie de normas para crear sus obras.
Creó una forma de enseñanza diferente en la Academia San Carlos, caracterizada por impartir su cátedra muy enfocado a la parte práctica. Centró sus clases en explicar cómo se descomponía un paisaje y en determinar los elementos que formaban un todo.
Hizo especial énfasis en la reconstrucción del paisaje utilizando luces y sombras. Landesio creyó en realizar copias indiscutibles de la naturaleza y, para ello, eran vitales estos dos elementos. Otorgó un mayor nivel en cuanto a la perspectiva.
Para el pintor italiano, el paisaje constó de dos partes que conformaron un todo. Hablo de las localidades y de los episodios.
Las localidades tenían que ver con el contexto o el entorno presente en el paisaje. Es decir, determinar la presencia, o no, de follaje, el tipo de terreno, las construcciones, el agua, etc.
Los episodios daban un significado adicional a la obra. Fueron los rasgos diferenciadores en los trabajos del movimiento paisajista. Se trató de figuras que dieron sentido, una narración o una historia a la obra. Es decir, eran los retratos (personas o animales) o las escenas (militares, familiares o populares).
Se le consideró el precursor del paisajismo en México. Su presencia permitió que este movimiento se convirtiera en una práctica más estable y reconocida en el país americano.
Contó con un grupo de alumnos muy amplio, de los cuales varios tuvieron carreras muy destacada en el mundo artístico. Quizás el más importante fue José María Velasco Gómez, ya que fue el sucesor de Landesio como maestro para la siguiente generación del estilo paisajista.
Además, fue una gran influencia en el trabajo de artistas como Salvador Murillo (director de paisajismo en 1874 de la Academia de San Carlos, rol que ocupó Landesio previamente), Luis Coto (quien destacó también por sus obras de temáticas religiosas o históricas), Gregorio Dumaine o Javier Álvarez.
El rol que cumplió Landesio en México tuvo una gran relevancia para el movimiento artístico. Su llegada al país americano sentó las bases del movimiento paisajista en el país, donde permaneció por más de 20 años.
Su objetivo estuvo enfocado en enseñar a sus alumnos a prestar atención a la naturaleza que tenían a su alrededor.
Puso especial énfasis en la necesidad de analizar los pormenores que otorgaba la luz y los detalles de color presentes. La manera en la que todos estos elementos debían ser captados (y luego traspasados al lienzo), también fue muy importante en su enseñanza.
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