Homicidio culposo: concepto, características, ejemplos
¿Qué es un homicidio culposo?
Homicidio culposo implica asesinar a otra persona actuando con culpa, incluso si es sin intención de quitar la vida. Tiene que existir negligencia y un nexo directo de causalidad entre la actuación del homicida y la muerte. Si la víctima tiene un papel concurrente en los hechos que derivan en la muerte, ya no se calificaría como homicidio culposo.
Sin embargo, cuando la víctima participa en el suceso pero hay vínculo entre la acción culposa del homicida y el resultado de muerte, se sigue considerando homicidio culposo. Un ejemplo de homicidio culposo puede ser un conductor que circula rápido y puede detener el coche antes de atropellar a un niño que cruza la calle, causándole la muerte.
Otro ejemplo puede ser un médico negligente cuyo paciente muere por una mala praxis; o un cazador que, limpiando su escopeta, deja escapar un tiro y mata a su mujer, que está a su lado.
No tener en cuenta normas o regulaciones no causa directamente la culpabilidad; debe haber vínculo directo entre la acción culposa y la muerte.
Características del homicidio culposo
Las características del homicidio culposo o imprudente vienen bien definidas en el artículo 142 del Código Penal español, donde establece lo siguiente:
“1- El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años.
2- Cuando el homicidio imprudente sea cometido utilizando un vehículo a motor, un ciclomotor o un arma de fuego, se impondrá asimismo, y respectivamente, la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores o la privación del derecho a la tenencia y posesión de armas de uno a seis años.
3- Cuando el homicidio fuere cometido por imprudencia profesional (puede ser una negligencia médica) impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de tres a seis años.”
A continuación las características que explican la norma anterior:
- Hay una necesidad de que exista imprudencia grave por parte del sujeto homicida.
- Si se produce con un vehículo, motor o arma de fuego, además de la pena de cárcel se retira la facultad para conducir vehículos o la tenencia de armas durante 1 a 6 años.
- Si existe imprudencia profesional (por ejemplo, un médico) además de cárcel se retira la licencia para ejercer la medicina por 3 a 6 años.
Ejemplos reales de homicidios culposos
Dr. Conrad Murray (Michael Jackson)
Un ejemplo real de homicidio culposo es el del médico de Michael Jackson, el doctor Conrad Murray.
En 2009 Michael Jackson falleció debido a una intoxicación severa de propofol y benzodiazepinas en su domicilio en North Carolwood Drive en Los Ángeles.
Su médico particular, Conrad Murray, informó que él descubrió a Michael en su habitación, sin respiración y con un pulso muy débil, y que le practicó maniobras de resucitación sin ningún resultado.
Se solicitó ayuda a los servicios de emergencias, Jackson fue atendido por paramédicos en su domicilio y fue declarado muerto en el Centro Médico Ronald Reagan de la UCLA.
Días después, el forense competente en este caso declaró que su muerte fue un homicidio. Poco antes de su muerte, Michael Jackson había tomado en su domicilio propofol y dos benzodiazepinas anti-ansiedad, lorazepam y midazolam.
Su médico personal fue declarado culpable de homicidio culposo involuntario. En este caso, es la negligencia del médico a la hora de otorgar al paciente una combinación de medicamentos, la causa evidente de la muerte del cantante.
Oscar Pistorius
El atleta sudafricano Oscar Pistorius fue declarado culpable de homicidio culposo después de que el juez descubriera que había matado a su novia por error.
El juez Thokozile Masipa declaró que el atleta había actuado “por negligencia” cuando disparó a través de la puerta del baño, pero con la creencia de que había un intruso en su hogar.
El abogado de la acusación no había podido demostrar que tenía la intención de matar a Reeva Steenkamp. Es decir, al no poder demostrarse la existencia de dolo, se trata de un homicidio culposo o involuntario.
Diferencia entre homicidio culposo y doloso
Existe homicidio cuando un individuo quita la vida a otro. Si el homicida tiene el ánimo o la intención de acabar con la vida de otro ser humano, se llama homicidio doloso.
Sin embargo, cuando el fallecimiento es como resultado de una acción imprudente (accidentes de tráfico, negligencias médicas) entonces es un homicidio culposo o imprudente.
Evidentemente, no es igual de grave quitar la vida a otra persona a propósito, que cuando sucede por una acción imprudente por no tener cuidado. En consecuencia, las penas de homicidio doloso y culposo son muy diferentes, teniendo en cuenta los distintos grados de gravedad.
En cuanto a las penas con las que se penaliza el homicidio, existe una variedad muy grande: desde el homicidio imprudente, que tiene penas de entre 1 y 4 años de privación de libertad; hasta el homicidio doloso, con prisión de 10 hasta 15 años.
La diferencia entre homicidio doloso y culposo está en la intencionabilidad del homicida; es decir, si su intención era matar o no.
Asesinato, homicidio con dolo y agravantes
Sin lugar a dudas la expresión más grave de acabar con la vida de alguien es el asesinato. Es un homicidio con dolo; quiere decir que hay intención de matar pero, además, cuenta con otras características como alevosía, ensañamiento o concurrencia de precio.
La alevosía se produce si, al ejecutar el delito, se utiliza un medio que deja sin defensa posible a la víctima. El ensañamiento implica incrementar voluntariamente y de forma desproporcionada el sufrimiento de la víctima, produciendo dolor innecesario para matarle. La concurrencia de precio se refiere a cuando media un pago por el asesinato.
Para que se califique de asesinato tienen que concurrir al menos dos de estos tres elementos. Es importante establecerlo, ya que la pena por asesinato puede llegar hasta los 25 años de privación de libertad.