Definición de vivienda
La vivienda es el lugar cerrado y cubierto que se construye para que sea habitado por personas. Este tipo de edificación ofrece refugio a los seres humanos y les protege de las condiciones climáticas adversas, además de proporcionarles intimidad y espacio para guardar sus pertenencias y desarrollar sus actividades cotidianas.
Casa, departamento, apartamento, residencia, piso, hogar, domicilio y estancia son algunos de los términos que se usan como sinónimo de vivienda. La utilización de cada concepto depende de ciertas características, generalmente vinculadas al tipo de construcción. De esta forma, las viviendas colectivas reciben nombres como apartamento o departamento, mientras que las viviendas individuales se conocen como casa, chalet, etc.
Las viviendas provisionales o precarias también pueden ser denominadas con términos específicos, como chabola. En Argentina, por ejemplo, el conjunto de dichas casas se conoce con el nombre de villa.
Una vivienda es una construcción que brinda refugio estable a las personas.
Vivienda digna
El acceso a una vivienda digna es un derecho humano inalienable, ya que un techo inadecuado atenta de forma directa contra la salud física y mental. La accesibilidad física, la inclusión de servicios básicos (como el agua potable, el gas y la electricidad) el respeto por las tradiciones culturales y la seguridad deben formar parte del derecho a la vivienda.
Más allá de estos postulados, lo cierto es que la mayoría de los Estados no garantizan el derecho a la vivienda a todos sus ciudadanos. Las viviendas precarias son muy frecuentes tanto en las grandes ciudades como en los pueblos más alejados; un número cada vez mayor de personas se ven forzadas a vivir en la calle, renunciando a toda comodidad, a la higiene y a la intimidad.
Crisis habitacional
En los últimos años, la crisis a nivel mundial, en conjunto con las desafortunadas decisiones, han llevado a muchas personas a la ruina económica. Se ha vuelto muy común encontrarse con tiendas de campaña en parques públicos y montes cercanos a las ciudades, pertenecientes a individuos que lo han perdido todo y que no consiguen otra forma de seguir adelante.
El gran desequilibrio que tiene lugar en este mundo conjuga a una serie de personas que se niegan a trabajar y que se abusan del sistema para obtener ayudas económicas mientras disfrutan de unas vacaciones no merecidas, con aquellas que ven desmoronarse sus esfuerzos por construirse un futuro estable, dada la recesión y la tasa de desempleo, en muchos países, siempre en ascenso. El derecho a una vivienda digna no parece otra cosa que una frase hecha al observar las condiciones en las que subsisten tantos seres humanos.
Por motivos económicos y otras razones, muchos individuos no tienen acceso a una vivienda.
Característica de la vivienda ideal
La vivienda ideal es diferente para cada persona, aunque por convención debería contar con las comodidades y las instalaciones necesarias para el aseo personal, para el reposo (que resulta esencial para llevar una vida sana) y para la alimentación. En algunas de las grandes ciudades, el precio a pagar por metro cuadrado es tan alto que solo unos pocos pueden aspirar a comprar o alquilar una casa espaciosa; la mayoría simplemente se conforma con una puerta que cerrar por las noches.
Esto nos lleva a la repartición que los seres humanos hacemos de los bienes: mientras a algunos se les niega una cama, otros tienen casas de varias plantas, con cuartos de baño individuales para cada integrante del grupo familiar, más de un coche y grandes jardines con piscina. Existe una eterna discusión en torno a la pobreza y la riqueza, con una parte argumentando que cada uno hace lo que desea con su dinero y otra sosteniendo que todos deberíamos tener un mínimo de comodidades, independientemente de nuestro capital.
Dado que el ser humano, a lo largo de muchas generaciones, se fue adaptando a la vida en la ciudad, a una serie de necesidades que hoy en día consideramos básicas a pesar de no haberlo sido para nuestros antepasados más lejanos, la vida en las calles resulta devastadora, tanto a nivel fisiológico como mental.