Definición de trama
La palabra trama tiene su origen en un vocablo latino que hace referencia al grupo de hilos que, combinados y enlazados entre sí, consigue darle forma a una tela. La palabra también designa al tipo de seda que, por sus características, resulta útil para entramar.
La trama también es la confabulación o conspiración que se lleva a cabo con el propósito de dañar o perjudicar a alguien: “Fui víctima de una trama por parte de la oposición que intenta desbancarme ilegítimamente de mi cargo”, “El asesino tejió una trama siniestra para engañar a la víctima y poder someterla a todo tipo de vejámenes”.
Para las telecomunicaciones, una trama consiste en una unidad o módulo de transmisión de información. Este concepto es similar y equivale a la idea de paquete de datos en el grado de enlazamiento de datos del modelo OSI. Está compuesta por una cabecera (que incluye campos de control de protocolo), datos (aquello que se quiere transmitir en un nivel de comunicación superior) y una cola (donde se establece un chequeo de errores).
La trama en la literatura
Otro uso del término se refiere a la disposición interior y conexión entre las partes de un determinado asunto. Se utiliza, por ejemplo, en el ámbito de literatura, el teatro o el cine, para nombrar al enredo, tema o argumento de una composición u obra. Por ejemplo: “La película no me gustó ya que no entendí la trama”, “Es un libro de trama muy compleja que hay que leer con atención”, “El cineasta fue acusado de plagio por las similitudes entre la trama de su último filme y una película alemana de la década del ‘70”.
Según lo expresa Aristóteles en su «Teoría de la trama unificada«, el concepto hace referencia al principio fundamental de la tragedia o, dicho de otro modo, a la imitación de la acción. Expresa que en este texto debe dejarse constancia de las diferentes partes que hacen al desarrollo de una historia; además, deben nombrarse los elementos fundamentales de la misma, estableciendo la conexión que existe entre ellos. De este modo, la anulación de alguno de estos elementos, supondría el fin de la coherencia en la historia, ya que todos y cada uno son imprescindibles.
Basados en esta teoría, en narratología se conoce como trama a un relato en el que se detallan (no siempre de forma cronológica) los sucesos que tienen lugar en una obra, para ser presentada a un determinado público. En ella se busca mostrar y relacionar los diversos elementos que aparecen en la obra, sin detallarlos minuciosamente.
La trama se encuentra dividida en varias partes, las mismas son: introducción (se da a conocer el espacio en el cual se desarrollará la historia, los personajes de la misma y el punto desencadenante del conflicto), desarrollo o nudo (en esta fase la historia alcanza su mayor tensión, generando un grado supremo de expectativas en el lector) y desenlace (la tensión se disipa al resolverse el conflicto). En todas las narraciones se encuentran estas partes, a veces se encuentran dispuestas de forma desordenada, pero es imprescindible que aparezcan.
De acuerdo al tipo de información que presenten, las tramas pueden ser: descriptiva (se muestran de forma detallada las características de un escenario, objeto, personajes o sucesos), argumentativa (se plantean los sucesos a partir de una hipótesis y se intenta, a través de la confrontación, llegar a una resolución), narrativa (se plantean los hechos de forma ordenada y se establecen relaciones de causa-efecto entre los diversos elementos de la historia) y conversacional (se describe de forma directa el desarrollo del intercambio lingüístico que tiene lugar en una situación comunicativa específica).
Dicho todo esto, sólo resta agregar que toda buena historia debe contar con una trama cuidada y desarrollada adecuadamente para el público al que va dirigida; el buen escritor es aquel que sabe encontrar las palabras y el vehículo ideal para dar vida a aquello que desea compartir.