Definición de semblante
El vocablo latino simĭlans derivó en el catalán semblant, que luego llegó a nuestra lengua como semblante. El concepto se emplea para nombrar al aspecto o la apariencia del rostro de un individuo, por lo general vinculado a un estado de salud o anímico.
Por ejemplo: “Me preocupa el abuelo Ernesto: no tiene un buen semblante esta mañana”, “El jugador italiano reapareció en el entrenamiento con otro semblante tras haberse recuperado de la lesión”, “El semblante del intendente reflejaba su preocupación por la difícil situación política y social que se vive en la ciudad”.
Suele emplearse la noción de semblante para hacer referencia a aquello que transmite una persona a través de su cara. De este modo, si un individuo se siente mal, está preocupado o experimenta una gran angustia, se dirá que tiene “mal semblante”. Dicho de otra manera: todas estas cuestiones (el malestar físico, la preocupación y la angustia) pueden advertirse al ver el semblante de una persona.
De igual forma, la felicidad, la tranquilidad o la satisfacción también pueden intuirse o suponerse a través del semblante de un sujeto.
En concreto, dentro del ámbito de la Psicología se establece que el semblante de una persona es de gran utilidad a la hora de poder conocer muchos aspectos de la misma:
-El tipo de ideas que suelen ser predominantes en su cabeza y que, por tanto, vienen a definir su personalidad. Nos estamos refiriendo a, por ejemplo, si es alguien positivo o negativo.
-El estado de ánimo que tiene en ese momento. Así podemos saber si está triste, contento, preocupado, nervioso…
-Si posee seguridad o no, ya sea de manera habitual o en ese instante concreto.
-Si está mintiendo o diciendo la verdad con respecto a lo que se le está preguntando.
Además de todo eso, se considera que es importante saber detectar todos estos datos que transmite el semblante de las personas. Es de gran utilidad por muchas y variadas razones:
-Permite poder desarrollar empatía con el individuo que se tiene delante.
-Da la posibilidad de poder detectar situaciones en las que ese alguien está sufriendo, lo que puede llevar a que se tome la decisión de poder prestarle ayuda.
-Es una manera de poder averiguar que a esa persona le sucede algo y tomar las medidas de precaución necesarias para evitar algún tipo de situación complicada.
-Asimismo no hay que pasar por alto que el averiguar tantos aspectos en el semblante de alguien ayuda a poder tomar decisiones, ya que se averiguará, por ejemplo, si está mintiendo o diciendo la verdad. De esta manera, por ejemplo, una mujer puede romper con su marido si detecta que está mintiendo acerca de la pregunta que le está haciendo sobre si le ha sido infiel.
Por extensión, en ocasiones se emplea el término semblante para mencionar la apariencia de un objeto, una ciudad, una planta, etc.: “Con la retirada del ejército, la nación consiguió recuperar su semblante habitual”, “Las autoridades informaron que invertirán miles de pesos para renovar el semblante de la zona portuaria”, “Estos pinos no tienen buen semblante: deberíamos consultar a un especialista para saber qué podemos hacer para lograr su recuperación”.