Definición de salud ambiental
La noción de salud suele vincularse a la ausencia de una enfermedad, aunque los especialistas destacan que el concepto está asociado al completo bienestar físico y psíquico de una persona. Ambiental, por su parte, es aquello vinculado al ambiente (el contexto o el entorno).
La idea de salud ambiental, de este modo, hace mención a las dimensiones de la salud que se encuentran determinadas por diferentes factores del ambiente, ya sean biológicos, químicos, sociales o de otro tipo.
Para comprender a qué se refiere la salud ambiental, hay que entender que el entorno (el medio ambiente, el ámbito de trabajo, etc.) puede afectar la salud de la población vigente e incluso de las próximas generaciones. Por lo tanto, realizar actividades que mejoren sus condiciones repercute de manera positiva en la salud de la gente.
Dicho de otro modo: la evaluación, el control y la corrección de los factores medioambientales que inciden sobre la salud redunda, efectivamente, en una mejor salud para las personas. La salud ambiental, por lo tanto, actúa sobre estas cuestiones.
Por lo general la salud ambiental se asocia al combate contra la contaminación. Una fábrica que produce emanaciones de humo tóxico y que contamina el agua con sus vertidos supone un problema para la salud ambiental: puede causar desde intoxicaciones hasta cáncer en las personas que viven cerca de ella. Por eso es necesario controlar su funcionamiento.
Las viviendas precarias y la alimentación deficiente también son factores que analiza la salud ambiental. Dos personas con los mismos genes tendrán diferentes estados de salud si una vive en un barrio sin agua potable y se alimenta de comida chatarra y la otra reside en un entorno urbano con todas las comodidades y lleva una dieta variada.
Los factores que influyen en la salud ambiental son muchos y están agrupados en varias categorías. A continuación se listan algunos de ellos.
Factores físicos
* Atmosféricos: son aquellos relacionados con el aire y los cambios de clima, que repercuten tanto en nuestro estado anímico como en nuestra salud física. Un claro ejemplo son los dolores y las enfermedades que aparecen con los cambios bruscos de temperatura, como ser ciertos problemas respiratorios y alergias;
* Sidéricos: se trata de las características generales de nuestro planeta, de la Luna y del Sol, además de los demás cuerpos que la rodean y de los cometas, ya que todo esto afecta el medio ambiente y, en consecuencia, nuestra vida y nuestra salud ambiental;
* La electricidad: el uso de electrodomésticos o de maquinaria industrial puede causar descargas eléctricas de diversas magnitudes, con consecuencias que van desde la discapacidad hasta la muerte. Paradójicamente, la falta de acceso a la electricidad también puede derivar en accidentes, ya que el uso de combustible para iluminar una vivienda puede causar intoxicaciones o quemaduras, por ejemplo.
Factores químicos
Son los que más comúnmente actúan sobre la salud ambiental, ya que se encuentran en el aire, en el agua y en todos productos que consumimos a diario; de hecho, pueden ingresar en nuestro organismo a través de las fosas nasales, del tracto digestivo o por el contacto directo con nuestra piel o las diferentes zonas mucosas del cuerpo. Cabe mencionar que su acción puede darse de forma individual o combinada.
Algunos de los factores químicos son elementos naturales inorgánicos; en este grupo se encuentran el mercurio y el plomo, entre otros metales y no metales que pueden ser inhalados, absorbidos o ingeridos, en estado sólido o líquido, según el caso. También existen sustancias orgánicas naturales, y ambos tipos en sus versiones sintéticas (una sustancia orgánica sintética muy común es el plaguicida usado en la agricultura).
Factores biológicos
En esta categoría encontramos: bacterias, parásitos (esto incluye los unicelulares y los pluricelulares, además de sus toxinas), virus, diversos microorganismos (tales como micoplasmas), hongos y micotoxinas, alergenos de origen biológico, vegetales (por sus toxinas o las que derivan de los plaguicidas, por ejemplo), vacunas (especialmente las que incluyen aluminio y mercurio).