Definición de profesional

Un profesional es quien ejerce una profesión (un empleo o trabajo que requiere de conocimientos formales y especializados). Para convertirse en profesional, una persona debe cursar estudios (por lo general, terciarios o universitarios) y contar con un diploma o título que avale los conocimientos adquiridos y la idoneidad para el ejercicio de la profesión.

Por ejemplo: “El nieto de Marta es profesional, creo que trabaja como abogado en un estudio”, “Voy a pagarte los estudios para que te conviertas en profesional, pero a cambio espero dedicación y compromiso de tu parte”, “El paciente está en manos de los mejores profesionales: todo saldrá como esperamos”.

La calificación de profesional no sólo está vinculada a los conocimientos o al título habilitante, sino que también puede hacer referencia al compromiso, la ética y la excelencia en el desarrollo de las actividades laborales o de otro tipo. Se trata de un uso relativo y carente de precisión, ya que no requiere de un conocimiento específico de la profesión a la cual se hace alusión. Veamos algunas oraciones de ejemplo: “Juan es un verdadero profesional que enorgullece a la empresa”, “La casa quedó muy linda: parece pintada por un profesional”, “Mi hijo Martín dibuja como un profesional aunque sólo tiene diez años”.

Las personas autodidactas logran muchas veces romper con las barreras establecidas por la sociedad acerca de cuáles son los requisitos para convertirse en un profesional. Si bien este fenómeno no se da en todos los ámbitos (no ocurre, por ejemplo, en la medicina), muchos de los que toman la decisión de estudiar por sí mismos, sin acudir a centros de formación tales como facultades, conservatorios o profesorados, consiguen puestos de trabajo para los cuales se suele requerir un título o diploma.

Sin lugar a dudas, Internet juega un papel fundamental en estos casos, ya que ofrece una gran variedad de herramientas de estudio, tales como tutoriales en texto y vídeo, enciclopedias gratuitas y fuentes de información especializadas, y foros para realizar consultas y enriquecerse de la experiencia de otros autodidactas. Además, para aquellos que desean formarse en alguna materia relacionada con la informática (tal como la programación, el diseño gráfico o la edición audiovisual) existen muchos programas de fuente abierta para basar el aprendizaje en la práctica.

Cabe mencionar que en la mayoría de los casos sigue siendo necesario un título para ser admitido por ciertas empresas, con lo cual el camino de la formación independiente no siempre es el ideal. Por otro lado, si uno apunta a montar su propia compañía, la libertad que proporciona no estar ligado a un estudio formal resulta muy compatible, dado que permite racionar el conocimiento según las necesidades y la disponibilidad de cada momento.

El adjetivo profesional también hace referencia a la actividad que se lleva a cabo como profesión (en el sentido de que implica una retribución económica), y no como afición o pasatiempo. Esta diferencia puede apreciarse con claridad en el caso de los deportes. Un hombre que juega al fútbol todas las semanas no es futbolista ni jugador profesional, ya que sólo lo hace a modo recreativo. En cambio aquel que juega todas las semanas a cambio de dinero es un profesional de este deporte.

En este sentido, incluso un individuo con pocos conocimientos y sin habilidades dignas de ser destacadas puede ser considerado un profesional en un área dada, mientras que alguien que dedica largas horas al día al mismo campo, con resultados brillantes y consiguiendo importantes descubrimientos, pero sin una relación laboral con una compañía, un mero aficionado. Esto se contradice con el peso que, como se menciona en párrafos anteriores, el mismo adjetivo tiene cuando se utiliza para resaltar la destreza de una persona en una disciplina determinada.

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