Definición de personalidad

Antes de entrar de lleno a explicar el significado de la palabra personalidad es interesante que previamente establezcamos el origen etimológico de la misma. Este en concreto se halla en el latín y de manera más exacta en el término personālis.

Una vez determinado ello y pasando ya a acometer el establecimiento del significado de dicho concepto hay que determinar que aquel cuenta con varias acepciones. No obstante, el uso más frecuente y más habitual que se realiza de esta palabra es para definir una característica o diferencia que posee una persona y que la diferencia de otro individuo.

Así, por ejemplo, entre las distintas oraciones que nos pueden servir para explicar lo establecido cabría destacar la siguiente: “El mal carácter es una de las principales señas de identidad que define la personalidad de Manuel”.

No obstante, también cabría exponer que otra de las acepciones que tiene el concepto que nos ocupa, y que está en relación con el significado anteriormente expuesto, es la que lo establece como un sustantivo que se utiliza para definir al conjunto de cualidades que poseen unos individuos.

La personalidad es una estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo. El experto de origen estadounidense Gordon Allport ha definido a la noción de personalidad como aquella alineación dinámica de los sistemas psicofísicos que permite establecer un modo específico de actuar y de pensar. Esta organización, sostiene Allport, varía de un individuo a otro ya que depende de la clase de adaptación al entorno que establezca cada persona.

El aspecto dinámico de la personalidad permite apreciar que todos los seres humanos experimentan intercambios de modo constante con el medio que los rodea, un proceso que sólo se interrumpe con la muerte. En cuanto a las formas de pensar y de actuar, muestran que la personalidad está compuesta por una vertiente interna (pensamiento) y otra vertiente de carácter externo (simbolizado en la conducta).

De todas formas, los especialistas han establecido con los años distintos tipos de definiciones para el concepto de personalidad. Así nos encontramos con las presentaciones de tipo aditivo, que se construyen en base a la sumatoria de un conjunto de rasgos característicos; la perspectiva integradora, la cual resalta el estilo ordenado de esa adición; la definición jerárquica, que admite la integración de los elementos contemplados en la personalidad, pero estipulan la preponderancia de ciertos rasgos sobre otros; y las definiciones de ajuste al medio, que también parten de una integración de elementos, pero que consideran que la organización se realiza según el entorno donde se mueve cada persona.

Es necesario saber también que los estudios desarrollados en base a la personalidad abarcan dos cuestiones importantes: el desempeño intrapersonal (de tipo intrapsíquico, el cual no es posible observar de forma directa) y las diferencias individuales (compuesto por los rasgos que hacen que un ser humano sea diferente a otro).

El psicólogo inglés de origen alemán Hans Eysenck fue quien propuso un modelo de la personalidad que se plantea segmentado en tres dimensiones: psicoticismo, extraversión y neuroticismo. Por sus iniciales, este tipo de estudio se conoce como el modelo PEN.

A todo lo expuesto, y antes de finalizar la descripción del significado de este término que estamos abordando, hay que añadir que el mismo también es utilizado en otras áreas diferentes a las expuestas como sería en la jurídica. Así, en Derecho se emplea el término personalidad tanto para referirse a una representación legal como para citar a la aptitud necesaria para llevar a cabo la comparecencia en un juicio.

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