Definición de ocurrente
Ocurrente es algo que tiene lugar o acontece. El verbo ocurrir, de donde procede el término, refiere a lo que sucede y se concreta.
El uso más habitual del concepto de ocurrente, de todos modos, se socia a las ocurrencias (las ideas que surgen de forma imprevista y espontánea). A la persona que suele tener ocurrencias se la califica como ocurrente. Por ejemplo: “Juan Manuel es un muchacho ocurrente, que siempre tiene respuesta para todo”, “Ayer, el encargado de mi edificio me dijo algo muy ocurrente”, “Trato de ser ocurrente cuando doy clases de ciencias, así logro que mis alumnos presten más atención”.
Por lo general, los comentarios considerados ocurrentes son aquellos que consiguen sorprender. Si un niño sugiere que una vaca coma chocolate para que, de este modo, quien la ordeñe pueda obtener leche chocolatada, podría decirse que se trata de un pequeño muy ocurrente.
En un sentido similar, un hombre que, en lugar de arrojar las botellas vacías a la basura, construye un mueble con los residuos, será calificado como ocurrente.
Es importante tener en cuenta que la ocurrencia está dada por la espontaneidad o por la originalidad. Si una persona piensa construir un mueble con madera, no habrá hecho nada ocurrente, ya que la madera es el material más habitual para confeccionar piezas de mobiliario.
De la misma manera, hay que decir que el adjetivo ocurrente también puede utilizarse para referirse a objetos. Así, se habla de productos ocurrentes cuando tienen la particularidad de llevar a cabo una acción original y sorprendente.
Ejemplos de objetos de ese tipo pueden encontrarse muchos a lo largo de la Historia. No obstante, entre los más significativos que últimamente han llegado a nuestras manos, se hallan los siguientes:
• Un teléfono móvil con apariencia de muslo de pollo.
• Unos zapatos que permiten llevar a cabo acciones con el smartphone simplemente juntando sus tacones.
• Cinturones que permiten cargar la batería del móvil.
• Cables y bases USB que dan la posibilidad de mantener el café caliente simplemente gracias a que está conectado al ordenador.
A nivel general, puede decirse que el calificativo de ocurrente es positivo y apreciado por las personas, sobre todo en ámbitos donde la imaginación y la creatividad son valores importantes (como el arte o el diseño).
Los monologuistas se han convertido en unos de los artistas que más necesariamente deben tener la cualidad de la ocurrencia. Y es que deben demostrarla no sólo para plantear actuaciones que sorprendan y diviertan, sino también para poder hacer frente a cualquier situación que se produzca mientras realizan su espectáculo.
Uno de los mejores ejemplos de monologuistas de España es Dani Rovira. Este actor malagueño, ganador de un Goya por su papel protagonista en la película “Ocho apellidos vascos”, ha dejado patente su carácter ocurrente en muchos momentos. Precisamente uno de los últimos ha sido en la Ceremonia de los Premios Goya que presentó con absoluta espontaneidad y que supo salir airoso de contratiempos como la presencia del ministro de Cultura o incluso recibir él mismo un galardón.