Definición de obispo
En el griego es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término obispo que ahora nos ocupa. En concreto, emana de la palabra “episkopos”, que puede traducirse como “supervisor” y que es el resultado de la suma de dos componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “epi-”, que es equivalente a “sobre” o “arriba”.
-El sustantivo “scopus”, que se usa para indicar “observador”. Una palabra esa que, a su vez, emana del verbo “skopein”, que es sinónimo de “observar” y de “mirar”.
Obispo es un término que se emplea en nuestra lengua para aludir al superior eclesiástico de una diócesis católica.
Un obispo, por lo tanto, es un sacerdote al que se le confirió el primer grado de la jerarquía eclesiástica. Se trata del prelado que supervisa a los curas de una región determinada.
De acuerdo a la Iglesia católica y a otros cultos, los apóstoles ordenaron a los primeros obispos y esa sucesión se desarrolló de manera ininterrumpida hasta hoy. Los actuales obispos, por lo tanto, siguen una línea cuyos orígenes se remontan a los apóstoles: son sus sucesores.
Los obispos católicos, que en determinadas ceremonias utilizan el báculo pastoral y la mitra, se encargan de la dirección de una diócesis. La iglesia principal de una diócesis recibe el nombre de catedral, que es donde el obispo tiene su cátedra.
Además de todo lo expuesto, hay que establecer que el vestuario de diario de un obispo se compone de sotana negra, solideo morado y fajín morado. Sin embargo, su hábito coral está formado por solideo morado, fajín morado, birreta morada y sotana morada con botones dorados.
Según el Derecho Canónico, un sacerdote para ser elegido obispo es necesario que cumpla con una serie de requisitos importantes, como son estos:
-Debe tener, al menos, 35 años.
-Tiene que contar con buena fama.
-Debe haber sido ordenado presbítero al menos cinco años antes.
-Es imprescindible que sea licenciado o doctorado en Teología, en Derecho Canónico o bien en las Sagradas Escrituras.
-Asimismo, se establece que debe contar con cualidades tales como piedad, buenas costumbres, prudencia así como tener una gran firmeza en su fe, entre otras cosas.
Características todas esas que serán tenidas en cuenta por el Papa para determinar si ese sacerdote tiene la idoneidad o no para convertirse en obispo.
El obispo diocesano u obispo ordinario es aquel que ejerce su función pastoral con la totalidad de las potestades. Para desarrollar su labor cuenta con el apoyo de obispos coadjutores y obispos auxiliares. También puede tener la colaboración de obispos titulares, que carecen de responsabilidad sobre un territorio específico y son oficiales de la Santa Sede.
Cabe destacar que el papa, además de ser la máxima autoridad de la Iglesia católica, es el obispo de Roma. Por lo tanto esa es una de las dignidades de Francisco.
De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), por último, también se llama obispo a un pez que forma parte de la suborden de los ráyidos.