Definición de leyenda
La etimología del término leyenda nos lleva al vocablo legenda, que pertenece al latín. Legenda puede traducirse como aquello que “debe ser leído”: por eso, en su origen, una leyenda era una narración que se plasmaba en un texto escrito para que puediera ser leída públicamente, por lo general dentro de una iglesia o de otro edificio religioso.
Las leyendas no se caracterizan por narrar hechos reales con rigor y exactitud, sino que su finalidad era subrayar un componente espiritual o una intención asociada a la moral y las buenas costumbres.
La historia avanzó y la idea de leyenda comenzó a vincularse a una narración, ya sea escrita u oral, que se exhibe como verdadera (al sustentarse en lo real) pero que incluye ciertos componentes propios de la imaginación y de la ficción. Las leyendas se transmiten de generación en generación, lo que posibilita que se vayan modificando de acuerdo al contexto social y a la época.
Una leyenda, de este modo, permite explicar y respaldar una cierta cultura. Siempre se halla ligada a un personaje, un espacio geográfico o un objeto preciso, y muestra cómo dicho elemento concreto se integra a la historia o la vida cotidiana de la comunidad.
Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, sí es necesario dejar patente que no existe un único tipo de leyenda sino varias categorías de ella que se caracterizan o definen básicamente por la temática entorno a la cual giran. De esta manera, podríamos subrayar que existen leyendas de corte histórico, míticas, de carácter religioso, las escatológicas que se refieren al mundo de los muertos o las llamadas etiológicas que son las que explican diversos fenómenos relacionados con la naturaleza.
Así, por ejemplo, con respecto a las primeras citadas, merece la pena subrayarse aquella que gira entorno a la figura de El Cid y que determina que este ganó una batalla después de muerto. La tradición oral ha llevado hasta nuestros días la historia que las tropas de El Cid tenían que llevar a cabo un enfrentamiento bélico después de que este falleciera. Una noticia esta, la de la muerte del caballero, que despertó la alegría de los rivales quienes estaban completamente seguros de su victoria.
Sin embargo, el ejército de aquel decidió jugar sus cartas y colocó el cadáver de El Cid sobre su caballo. De ahí que cuando se produjo la batalla y los soldados del bando contrario vieron a aquel que estaba presente en la contienda pensaron que aún muerto seguía luchando por lo que salieron huyendo despavoridos. Por ello se dice que ganó una batalla ya difunto.
Una de las leyendas más famosas a nivel mundial es el relato de Robin Hood, perteneciente al folclore inglés. De acuerdo a la leyenda, Robin Hood vivió en los bosques de Sherwood en la época de Juan Sin Tierra, dedicándose a robar a los más ricos para repartir el botín entre los campesinos más pobres. Los historiadores encontraron a varios sujetos con nombres parecidos, pero nunca pudieron demostrar la existencia histórica de Robin Hood.
Además de todo lo expuesto, también tenemos que dejar patente que el concepto de leyenda también es utilizado de manera frecuente para referirse a los textos que acompañan a cuadros, mapas o esquemas donde se explica parte del significado de los mismos.