Definición de cultura general
El concepto de cultura puede comprenderse de diversas maneras. Por lo general se entiende como cultura al tejido que se crea a nivel social a partir de las diversas tradiciones y costumbres de una comunidad. Las personas que pertenecen a una cierta sociedad se expresan y se comportan de una manera que caracteriza al grupo en cuestión.
General, por otra parte, es un adjetivo que hace referencia a lo que es común a muchas cosas de distinta naturaleza, o a aquello que es frecuente o habitual. Es posible distinguir, en este sentido, entre lo general y lo particular.
Se entiende por cultura general al cúmulo de saberes que una persona dispone sobre temas variados. Quien tiene buena cultura general cuenta con conocimientos de temática diversa, sin especializarse en ningún sector en específico.
Por ejemplo: “¿Cómo que no sabes a qué temperatura hierve el agua? Eso es algo de cultura general”, “El Dr. Gullonetti podrá ser un gran experto en física cuántica, pero carece de cultura general para tener una conversación interesante”, “Pese a que no tengo un título universitario, gracias a mi curiosidad y a mi experiencia de vida, creo que cuento con un buen nivel de cultura general”.
La cultura general es el saber que permite a un individuo construir su propio criterio, analizar asuntos diversos y responder con éxito en diferentes facetas de la vida cotidiana. Dicha cultura puede construirse a partir del estudio sistematizado (en una escuela, universidad, etc.), de la educación informal (autodidacta) y de la experiencia adquirida a lo largo de los años.
Resulta interesante señalar que la cultura general no es apreciada por todo el mundo, a pesar de que muchos resalten su supuesta importancia para relacionarse en diferentes ámbitos. Mientras que para algunos es una herramienta fundamental, para otros es absolutamente innecesaria porque viven inmersos en un entorno cerrado, propio de la especialización profesional, en el cual no se habla de muchos temas más allá del que los congrega.
Si observamos esta diferencia con un poco de distancia para no incurrir en la subjetividad, podemos decir con bastante certeza que al final de cuentas se trata de una cuestión de gustos: tener o no cultura general no le hace daño a nadie, sino que como mucho le impide a quien carece de ella mantener una conversación con alguien ajeno a su ámbito. Es un bien, un recurso que puede abrir algunas puertas, pero sólo sirve a quien realmente quiera abrirlas.
Uno de los espacios en los cuales la cultura general ha demostrado ser altamente necesaria es la televisión con participación del público, en particular los programas de concursos que proponen preguntas de todo tipo como obstáculos en el camino hacia el premio mayor. Entre los más populares a lo largo de la historia destacan «¿Quién quiere ser millonario?» y «La rueda de la fortuna», pero hay muchos más que premian el saber de varias materias.
Como cualquier otra cuestión subjetiva, no se aconseja calificar la cultura general, sino tomarla o rechazarla según los gustos personales. Por ejemplo, hay quienes dicen «prefiero ser un genio en una sola materia a saber un poquito de todas»; sin embargo, hay también genios con una gran cultura general, por lo cual ese argumento no es válido. Debemos disfrutar de nuestros rasgos intelectuales, ya que nos vuelven únicos, y no preocuparnos por lo que no tengamos, a menos que sea para conseguirlo con esfuerzo.
Otro punto importante es que la cultura general no es algo que todos podamos adquirir de forma natural, sino que hay quienes tienen una tendencia a aprender un poco de todo pero otros que se enfocan en un solo campo y no sienten el interés de mirar hacia afuera. Ambas posturas son igualmente correctas.