Definición de calidad de vida

Calidad, un término que deriva del latín qualĭtas, puede referirse a las propiedades y características que son inherentes a algo. Vida, por su parte, alude a la existencia, por lo general de un ser vivo.

Estas ideas nos permiten comprender la expresión calidad de vida, que se utiliza para nombrar a las condiciones que determinan el modo de vivir de una persona o de un conjunto de individuos. A mayor calidad de vida, mejores condiciones en lo referente al bienestar y la posibilidad de progreso.

No se puede definir la calidad de vida, de todos modos, de una única manera o de forma exacta. En la noción se conjugan diferentes conceptos que varían de acuerdo a la época y a la región y que incluso pueden estar atados a la subjetividad.

A grandes rasgos puede decirse que la calidad de vida está constituida por los diferentes factores que inciden en cómo vive una persona: la satisfacción de las necesidades materiales, el bienestar físico, las posibilidades de desarrollo, la integración social, etc.

Un hombre que vive en la calle, no tiene trabajo, nunca fue a la escuela y no puede acceder a los hospitales tiene una pobre calidad de vida. En cambio, un sujeto que duerme en una casa con electricidad, gas y servicios sanitarios, que cuenta con un empleo bien remunerado y dispone de obra social, es probable que disfrute una buena calidad de vida.

Existen otros parámetros que se vinculan a la calidad de vida, como la esperanza de vida. Quien goza de buena calidad de vida tiene una esperanza de vida superior (es probable que viva más años que aquel con mala calidad de vida).

Los profesionales de la Psicología establecen que hay una serie de reglas o pautas que pueden servir para tener una buena calidad de vida. Nos estamos refiriendo a las siguientes:
-Aprender a decir no sin sentirse culpable.
-Concentrarse en una tarea única.
-Descansar cada dos horas de trabajo durante unos 10 minutos.
-Dejar de sentirse responsable por los placeres de otros.
-Saber diferenciar los problemas reales de los imaginarios.
-Pedir ayuda cuando se necesite.
-Tener siempre a alguien en quien se pueda confiar.
-Hay que dejar de lado la rigidez.
-No concentrarse únicamente en el trabajo y en las obligaciones, también hay que buscar hueco en la agenda para disfrutar de los placeres de la vida.
-No ser tan autoexigente ni tan autocrítico con uno mismo.
-Dormir al menos 7 horas al día.
-Practicar ejercicio de manera regular o salir a caminar a diario como mínimo media hora.
-Evitar las ansiedades y las angustias de otra persona.
-Planear el día a día teniendo también espacio para poder afrontar cualquier imprevisto.

Recientemente se ha procedido a dar a conocer un estudio de una consultora (Mercer) en el que se indica cuáles son las ciudades con peor calidad de vida. Nos estamos refiriendo a las siguientes: Bagdad, Bangui, Saná, Puerto Príncipe, Kartum, N´Djamena, Damasco, Brazzaville, Kinshasa, Konakry, Nuakchot, Bamako, Niamey, Trípoli y Antananarivo.

Frente a todas estas ciudades, en el lado totalmente opuesto, se encuentra Viena que está situada como la urbe con mayor calidad de vida en el planeta.

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