Definición de baño
Existen más de una decena de acepciones del término baño, que procede del vocablo latino balneum. En su sentido más amplio, alude al acto y el resultado de bañar: hacer que algo o alguien quede sumergido en agua o en otro líquido.
Un baño, por lo tanto, puede consistir en mojarse o sumergirse en agua con el objetivo de higienizarse o de refrescarse. Para que la higiene sea más profunda, lo habitual es usar jabón en combinación con el agua. Por ejemplo: “Me voy a dar un baño antes de cenar”, “Necesito un baño: recién vuelvo de jugar al fútbol”, “Esta mañana me di un lindo baño en el mar”.
De acuerdo con la cultura de cada país, la frecuencia con la cual las personas practican la higiene personal puede variar. Si bien no todos los ciudadanos de una nación comparten las mismas costumbres, es cieto que existen tendencias mayoritarias que a veces se usan para obtener una idea general. Por ejemplo, se sabe que en Japón la gente suele darse un baño todas las noches, y esto se aprecia en la ficción así como en los libros de texto para estudiantes de japonés.
Además de la higiene, el baño puede usarse para relajar el cuerpo y despejar la mente de los problemas cotidianos. Las personas que cuentan con una bañera (también llamada tina en algunos países) pueden llenarla de agua a la temperatura deseada y aplicar sales o aceites esenciales, para luego recostarse durante unos minutos y aprovechar los diferentes efectos curativos de dichos productos.
Las sales de baño ofrecen diferentes beneficios, como ser una considerable reducción de la tensión muscular, una mejora en la circulación y una aceleración en la curación de diversas lesiones. Por otro lado, actúan en la purificación de la piel, el tratamiento de ciertas irritaciones y la eliminación de toxinas. Entre las sales más conocidas y usadas a nivel mundial se encuentran las de Epson, las del Mar Muerto, las efervescentes, las del Pacífico y las del Mediterráneo.
Con respecto a los aceites esenciales, sus beneficios son similares y complementarios a los de las sales. Algunos de los aceites esenciales más populares son el de lavanda, el de sándalo y el de naranjo; cabe señalar que cuando el objetivo es la relajación no se recomiendan el de menta ni el de romero, ya que producen efectos opuestos.
El baño relajante es también una actividad que da lugar a la experimentación, ya que existen muchos productos, cada uno con diferentes propiedades y no muchas contraindicaciones. Para quienes no puedan o quieran invertir en sales o aceites esenciales, siempre existe la posibilidad de usar plantas, como ser la salvia, el tomillo, la tila y la albahaca, algunas de las cuales solemos tener en casa para cocinar.
También se habla de baño cuando algún tipo de agente físico tiene un contacto extenso o profuso con el cuerpo: “Ayer me di un baño de sol en el parque para celebrar el comienzo de la primavera”, “Leí en una revista que los baños de lodo son beneficiosos para la piel”.
El baño, por otra parte, es la capa de alguna sustancia que se le añade a algo para tenga una característica diferente o adicional: “Para terminar el pastel, debes darle un baño de chocolate fundido”, “Este anillo tiene un baño de oro”, “Aplique un baño de barniz a la mesa para que quede más brillante”.
La idea de baño también se utiliza para nombrar al cuarto o ambiente que, en una construcción, está destinado a la evacuación de los desechos fisiológicos y al aseo personal. Los baños suelen contar con ducha (regadera) o bañera, lavatorio (lavabo), inodoro (retrete) y bidé, entre otros elementos.