¿Qué es la memoria olfativa?
La memoria olfativa se refiere al recuerdo de los olores. Los olores pueden traernos un montón de recuerdos. Esto es debido a que el bulbo olfatorio, una región del sistema nervioso central que procesa la información sensorial procedente de la nariz, es parte del sistema límbico.
Ya que el sistema límbico es un área estrechamente asociada con la memoria y las emociones, los olores pueden evocar recuerdos y desencadenar fuertes respuestas de forma casi inmediata.
¿Cómo se forma la asociación entre olores y recuerdos?
El bulbo olfatorio tiene acceso a la amígdala, que procesa las emociones, y al hipocampo, la estructura responsable del aprendizaje asociativo.
A pesar de las conexiones entre las estructuras, los olores no evocarían recuerdos, si no fuera por las respuestas condicionadas que se han formado con el tiempo.
Cuando hueles por primera vez algo, lo vinculas inconscientemente a un evento, una persona, un objeto, un momento o un lugar. Tu cerebro forja un vínculo entre el olor y un evento, asociando, por ejemplo, el olor del cloro con el verano o el olor de los lirios con los funerales.
Cuando te encuentras de nuevo con el olor, el vínculo ya está formado y preparado para elicitar un recuerdo, o incluso un estado de ánimo. El olor a cloro puede hacerte sentir feliz porque te recuerdan momentos de verano en la piscina con tus amigos.
Los lirios, sin embargo, podrían ponerte inexplicablemente melancólico. Esto es, en parte, el motivo por el cual no todo el mundo prefiere los mismos olores: por pura asociación.
Ya que encontramos la mayor parte de nuevos olores durante nuestra infancia y juventud, los olores suelen evocar recuerdos de la infancia. Sin embargo, en realidad comenzamos a hacer asociaciones entre olores, emociones y recuerdos incluso antes de nacer.
Los niños que han sido expuestos a alcohol, humo de tabaco o ajo en el útero de sus madres suelen mostrar preferencia por estos olores. Para ellos, los olores que pueden molestar a otros bebés parecen normales y hasta les resultan placenteros.
El papel de la amígdala
La amígdala es una estructura del cerebro en forma de almendra que procesa todo lo relativo a nuestras reacciones emocionales. Es una de las áreas más primitivas del cerebro humano.
También está asociada con los recuerdos y la memoria en general, ya que muchos de nuestros recuerdos están relacionados con alguna experiencia emocional.
Hace una década, Rachel Herz, experta en psicología del olfato, y sus compañeros en la Universidad de Brown, comprobaron si había una correlación entre la intensidad emocional de un recuerdo desencadenado por un olor y la activación de la amígdala.
Los participantes describieron, en primer lugar, un recuerdo positivo desencadenado por un perfume particular. Después, fueron al laboratorio para participar en un experimento de resonancia magnética funcional.
Los participantes fueron expuestos a varias secuencias de estímulos visuales y olfatorios. Los estímulos visuales incluían una imagen del perfume que el participante había escogido y una imagen de un perfume sin marca. El estímulo olfatorio incluía el perfume elegido por el participante y el perfume sin marca.
Si el estímulo provocó algún recuerdo o emoción, se dieron instrucciones a los participantes para que lo mantuvieran en su mente hasta que se presentara el siguiente estímulo.
Cuando los participantes olieron el perfume que habían escogido, fue cuando mostraron una mayor activación en la amígdala y el giro parahipocampal (una región que rodea al hipocampo).
Estos datos sugieren que los olores que provocan recuerdos emocionales y fuertes también provocan una actividad elevada en las áreas del cerebro relacionadas estrechamente con las emociones y la memoria.
Sin embargo, es importante saber que en este estudio solo participaron cinco personas, y todas fueron mujeres. Se necesitan, para confirmar estos descubrimientos, estudios con una muestra de participantes más extensa, donde haya tanto hombres como mujeres.
Varios estudios conductuales han demostrado que los olores desencadenan más recuerdos emocionales vívidos y son mejores a la hora de inducir ese sentimiento de “ser transportados al pasado” que las imágenes.
Sin embargo, ha habido pocos estudios, desde el de Herz y sus colegas, que hayan explorado la relación entre el olor y la memoria autobiográfica a un nivel neuronal.
Los efectos de los olores en nuestra percepción
Los efectos emocionales positivos que tienen los olores también afectan nuestras percepciones sobre otras personas.
En un experimento, los sujetos que fueron expuestos a fragancias que les resultaban agradables tendieron a dar “puntuaciones sobre el atractivo” más altas sobre personas que aparecían en fotos que les fueron mostradas.
Sin embargo, algunos estudios más recientes muestran que estos efectos son solo significativos cuando hay cierta ambigüedad en las fotos. Si la persona de la foto es claramente muy atractiva o, por el contrario, extremadamente fea, la fragancia no suele afectar a nuestro juicio.
No obstante, si la persona solo tiene un “nivel de atractivo medio”, una fragancia agradable inclinará la balanza de nuestra evaluación en su favor. De esta forma, los modelos atractivos que se utilizan para anunciar perfumes probablemente no tienen necesidad de ello, pero el resto de nosotros sí nos podemos beneficiar de un spray que huela bien.
Los olores desagradables también pueden influir en nuestras percepciones y evaluaciones. En un estudio, la presencia de un olor desagradable hizo que los sujetos no solo dieran puntuaciones peores a los individuos de las fotos, sino que también juzgaron algunos dibujos que se les mostraron como menos profesionales.
Los olores positivos también pueden tener efectos negativos
Los efectos de mejora en el humor que tienen los olores positivos, sin embargo, juegan a veces en nuestra contra: aumentando nuestras percepciones y emociones positivas, los olores agradables pueden llegar a nublar nuestro juicio.
En un experimento en un casino de Las Vegas, la cantidad de dinero obtenido en una máquina tragaperras aumentó en un 45% cuando el lugar fue perfumado con un aroma agradable.
En otro estudio, un champú que los participantes habían clasificado como el último en cuanto a resultado general en un test inicial, fue clasificado primero en un segundo test después de alterar su olor.
En otro test, los participantes reportaron que el champú era más fácil de aclarar, se aplicaba mejor y dejaba el pelo más brillante. Únicamente la fragancia del champú había sido cambiada.