Filosofía

Leucipo de Mileto: biografía, arjé, modelo atómico, aportes, obras


Leucipo de Mileto fue un filósofo griego cuya principal aportación fue la teoría del atomismo. A pesar de la importancia que tuvo esta aportación, la vida de Leucipo es prácticamente desconocida. Se sabe que nació en el siglo V a. C., posiblemente en Mileto, y que su principal discípulo fue Demócrito.

La falta de datos sobre la vida de Leucipo provocó que se llegara a dudar de que fuera una persona real. La mayoría de sus obras fueron atribuidas a Demócrito, por lo que hoy solo se le atribuyen dos escritos. El resto de sus teorías se conocen gracias a las menciones de otros filósofos posteriores.

Leucipo fue el primero en desarrollar la doctrina atomista, que después sería completada por Demócrito y reelaborada por Epicuro. De acuerdo a sus trabajos, la materia estaría compuesta por una infinidad de partículas indivisibles, los átomos. Estos se mantienen en un movimiento constante dentro del vacío.

Esta teoría se enfrentaba abiertamente a las creencias de los griegos de la época. Mientras que Leucipo afirmaba que todos los fenómenos naturales, incluso la existencia humana, estaban determinados por los átomos, la mayoría de sus compatriotas pensaban que era la participación de los dioses la que determinaba el mundo.

Biografía

Aunque algunas fuentes afirman que Leucipo nació hacia el 460 a. C., lo cierto es que no existen pruebas que confirmen dicha fecha. Los expertos se limitan a señalar que vino al mundo en el siglo V a. C. Algo similar ocurre con su localidad natal, con opiniones que señalan que se trató de Mileto, Elea o Abdera.

Esa falta de datos sobre su vida proviene en parte de las teorías que afirmaban que Leucipo no era una persona real. Epicuro afirmó que «nunca ha existido un Leucipo filósofo», aunque esta frase se ha interpretado como una crítica a sus postulados filosóficos.

Otro factor que ha provocado que la vida de Leucipo sea tan poco conocida es que la mayoría de su obra se publicó anónimamente dentro del conjunto de las teorías atomistas. Más tarde, la teoría en sí misma fue atribuida a su discípulo, Demócrito.

Solo las referencias de algunos autores han permitido reconocer las aportaciones de Leucipo. Entre ellas destacan las de Aristóteles, quien abiertamente le atribuía la paternidad de la teoría atomista.

Juventud

Una de las hipótesis que cuenta con más seguidores afirma que Leucipo perteneció a la escuela eleática durante su juventud. En esa fase de su vida parece que fue discípulo de Zenón de Elea, quien ilustró las teorías de Parménides sobre la inmovilidad.

Maestro de Demócrito

Leucipo, según los biógrafos, fue maestro de Demócrito. Ambos participaron en la formulación de la teoría del atomismo mecanicista, que se enfrentaba en muchos aspectos a los escritos de Parménides.

De acuerdo a las tesis de Leucipo, la realidad está conformada por partículas infinitas, tan pequeñas que no se pueden dividir. Estas partículas, los átomos, estarían siempre en movimiento.

Contradiciendo a Parménides, Leucipo afirmaba que existía tanto el ser como el no-ser. El primero estaría compuesto por los átomos, mientras el segundo se corresponde con el vacío. Este sería imprescindible para que el movimiento pudiera producirse.

Controversia

Como se ha señalado, algunos filósofos afirmaron que Leucipo nunca había existido. Esta teoría ha sido mayoritariamente descartada y achacada a un intento de desprestigiar sus teorías.

Frente a lo afirmado por Epicuro (“nunca ha existido un Leucipo filósofo”), Aristóteles o Teofrastos confirmaron la existencia real de Leucipo. Ambos, además, confirmaban que había sido el autor de la teoría del atomismo.

Concepto de arjé

El arjé, también denominado arché, es un concepto filosófico que apareció en la Grecia clásica. Este término se encuentra relacionado con el inicio del universo y con la creación de todas las cosas existentes. Su significado en griego antiguo es, precisamente, “origen” o “principio”.

Los filósofos griegos de la escuela de Mileto, como Tales o Anaximandro, ya habían supuesto que existía un principio originario, al que denominaron arjé. Se trataría de un elemento constitutivo común a todos los seres que conforman la naturaleza.

Otros autores, como Aristóteles, aportaron nuevas ideas sobre el arjé. Para este filósofo, el concepto abarcaba a todo autosuficiente, es decir, a lo que no necesita otra cosa para existir más que sí mismo.

Historia del concepto

Tales de Mileto identificaba al arjé como el ápeiron, el principio de todas las cosas. Este autor identificaba dicho ápeiron con el agua.

Anaximandro, discípulo de Tales, realizó algunas variaciones en la definición del arjé. Al igual que su maestro, este filósofo lo relacionó con el ápeiron y utilizaba el concepto para referirse a la materia indeterminada e infinita que era el principio y final de todo.

Más adelante, Pitágoras y el resto de los autores de su corriente relacionaron el arjé con las matemáticas y con los números.

Entre los aportes de Pitágoras encontramos la escuela pitogárica

Heráclito, en cambio, volvió a vincularlo con la naturaleza. La principal diferencia con los filósofos de Mileto es que propuso que el arjé era el fuego, mientras que los anteriores habían señalado a otros elementos como el aire o el agua.

El arjé para Leucipo

La principal aportación de Leucipo y de su alumno Demócrito fue introducir al átomo en el concepto de arjé.

Estos pensadores llegaron a la conclusión de que existían pequeñas partículas de naturaleza diversa. Estas partículas, los átomos, ni se creaban ni se destruían. Además, afirmaban que la materia se creaba cuando esos átomos se agrupaban.

La conclusión de Leucipo fue que el arjé eran los átomos. Todo el universo, incluidos los seres humanos, estaban compuestos de estas partículas. Como defensor del determinismo, también afirmaba que todo estaba determinado por el movimiento de estos átomos.

Modelo atómico

El atomismo apareció como doctrina al final del llamado periodo cosmológico de la filosofía en la Antigua Grecia. Poco después, Sócrates inauguró el periodo antropológico, con el ser humano como centro de su filosofía.

De esta forma, el modelo atómico representó el último intento de resolver la cuestión del arjé. Igualmente, esta teoría trataba de dar respuesta a lo expuesto por Parménides y Heráclito, dos autores que habían desarrollado ideas opuestas sobre la realidad. El primero hablaba del ser inmutable, mientras que el segundo se basó en el concepto de fluidez continua.

Teoría del atomismo propuesta por Leucipo

Leucipo propuso una teoría del atomismo basada en la idea de que el universo está compuesto por dos elementos fundamentales. Estos son el vacío y la materia y de la relación entre ambos surgen todo lo que el ser humano percibe con sus cinco sentidos.

Aristóteles señalaba que esta idea de Leucipo fue una respuesta a Parménides, que negaba que existiera el vacío. Este filósofo consideraba imposible que pudiera crearse nueva materia desde el vacío, lo que también lo llevó a negar toda posibilidad de movimiento y cambio.

Leucipo mostró su oposición a la teoría de Parménides. En su argumentación, el filósofo de Mileto aseguró que todo lo que afirmaba podía comprobarse empíricamente utilizando solo los sentidos. Para él, cualquier persona podía observar cómo la materia se mueve y se transforma.

El modelo atómico de Leucipo consideraba imprescindible la existencia del vacío. Los átomos que componen toda la materia necesitaban de ese vacío para poder desplazarse.

La materia

La materia, de acuerdo a Leucipo, está compuesta por los átomos. Su teoría afirmaba que estos eran partículas muy pequeñas, invisibles a simple vista y que no podían dividirse. Sin embargo, pensaba que existían átomos de varios tamaños diferentes que, al combinarse entre sí, daban lugar a la aparición de los objetos materiales.

La existencia de átomos de formas y tamaños diferentes, según los atomistas, es uno de lo más importantes para determinar su comportamiento. Los más irregulares, por ejemplo, acababan enredándose entre ellos y formando otros átomos con una menor capacidad de movimientos.

Otros, más pequeños y redondeados, son más proclives a moverse y, al agruparse, componen elementos como el fuego. El mismo alma humana estaría compuesta por átomos aún más esféricos que los anteriores.

Esta teoría negaba algunos de los postulados más comúnmente aceptados por los filósofos presocráticos, como la génesis o la corrupción: los átomos ni se crean ni se destruyen.

Demócrito, discípulo de Leucipo y coautor de la teoría atomista, señaló que los átomos del alma tenían un movimiento similar al de las partículas de los rayos solares. Así, a pesar de no ser visibles, se despliegan en todas las direcciones.

Consecuencias

El modelo atómico de Leucipo contradecía muchas de las creencias mantenidas por los griegos de la época.

Su concepto de un universo formado por átomos que se desplazan por el vacío siguiendo sus propias reglas contradecía la creencia de la intervención divina. Leucipo pensaba que era el movimiento de los átomos, y no las decisiones de los dioses, lo que condicionaba todos los fenómenos naturales, incluida la vida humana.

Las consecuencias de esta teoría iban más allá de la filosofía. Así, si se aceptaba la teoría atomista y los castigos y premios de los dioses no tenían nada que ver con lo que le sucedía a una persona, todo el concepto de normas morales vigentes quedaba desacreditado.

Por otra parte, la afirmación de que todo ocurría según se movieran los átomos suponía que el libre albedrío humano también quedara en entredicho.

Otros aportes

Uno de los grandes problemas a la hora de estudiar la obra de Leucipo es la falta de datos escritos sobre ella. Su obra solo ha llegado a nuestros días gracias a los comentarios de otros autores, como Aristóteles o Simplicio de Cilicia.

Observación científica

Aparte de su teoría atomista, los expertos señalan que la gran aportación de Leucipo fue la introducción de la observación científica frente a los dogmas religiosos.

Leucipo se basó en la observación de la vida para crear sus teorías. Lo hizo, además, con una metodología científica que dejaba atrás la creencia en los dioses y el destino.

Obras

Como se ha señalado, apenas existe información sobre las posibles obras redactadas por Leucipo. En general, solo se le atribuyen dos obras, aunque se sabe que parte del contenido atribuido a Demócrito fue elaborado por su maestro.

La primera de las obras que se le atribuyen directamente al filósofo es El Gran orden cósmico, en la que expuso su idea del átomo. La segunda se titula Sobre la mente y se centra en criticar el pensamiento de Anaxágoras.

Muchos expertos opinan que ambos escritos fueron solo una especie de apuntes destinados a las clases que impartía.